jueves, 24 de enero de 2008

Reflexión del príncipe de Posen sobre Cándido


Sebastián está en la cubierta del crucero que va de Manila a Hong Kong. Gustl le ha regalado el Cándido de Voltaire y lo ha leído en una tarde... Tanto le gustó, que compró en Bangkok, la operata homónima de Bernstein en DVD, en versión de concierto. La idea central del filósofo francés, es una reacción contra el reduccionismo de Leibnitz, quien afirmaba que este es "el mejor de los mundos posibles". Voltaire con su ingenio y su ironía, nos narra un atrapante relato, en el que el protagonista recorre 4 continentes y se da cuenta que su Westfalia natal, no es la tierra que su maestro y mentor, el Dr. Pangloss le había descrito; "el mejor de los mundos posibles"; con su benefactor, el barón, su hermoso castillo, y su amor, la señorita Cunegunda. Cándido es lanzado al mundo con sus miserias y vicisitudes, y comprueba que esto es una farsa, conoce a otro filósofo en Surinam, un tal Martín. Quien tiene una visión pesimista de la vida. Finalmente se reencuentra con su maestro Pangloss y su amada Cunegunda en Constantinopla, y llevan una vida "real".
Esta, no es la vida que llevo yo; un príncipe y gran duque; rico, hermoso, libre, y letrado, yo sí vivo en "el mejor de los mundos posibles". Pero para que yo; gran duque de Luxemburgo y Posnania, duque de Sajonia y Varsovia, príncipe real de Prusia, príncipe de Pomerania, Brandenburgo, Danzig, Silesia y Lublin y señor de la Orden Teutónica; viva este idilio, tantos otros deben vivir más o menos un infierno; entre ellos, mi creador Benedicto; y quien dice que esto para mí vaya a ser eterno...


Sebastian von Schloss, Buenos Aires, 24 de enero de 2008.

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