lunes, 24 de diciembre de 2007

Epílogo


Al rededor del mundo, mis criaturas se preparan para festejar la Nochebuena; la Navidad, despedir el 2007 y recibir el 2008; tal como lo han hecho los personajes del Don Giovanni de Mozart y de La carrera del libertino de Stravinsky. Con un epílogo... Un epílogo a mi creación de todo este año, con sus altos y bajos. Yo; Benedicto I de Belgrano; presento a Sebastian von Schloss, Augustin von Reichenau, Catalina d'Argenteau, Harald Wolfenbüttel, Federico Hagen, Sophie Kempe, Wilhelm von Schloss, Ana Széll, Friedrich von Reichenau, María Poniatowski, Alejandro d'Argenteau; Mariandl, Friederike Schwarzkopf, Hilde Geissler, Anna Maria della Casa, Casilda, Struhan, Sebastián Arnoux, Rodrigo Martínez Alzaga, Xavier Eizayaga, Antonio del Vecchio, Martín Belgrano Rawson, la Fiber, Tomás Reining, Wilhelm Fassbaender, Teresa Resúa Martínez, Catalina Steiner, Myriam, la torta frita, el churro, la bola de fraile, la dona, la tortita negra, el milhojas de crema pastelera, la medialuna de grasa, la cremona, Santiago Széll, Ignacio Széll, María Emilia Széll, Tomás Széll, Constantino Széll, Magdalena Széll, Marisa Kalledey, Mónica Steiner, Federico Argerich, la Hefesthion y Nacho; todoos ellos cantan a coro:


"Este es el fin de un ciclo; y es afortunado el hoombre que aprende a tomar las cosas por el lado bueno; en medio de desventuras y desafíos, aquél que pueda sacar partido de esta enseñanza; amor y bella calma encontrará"


Feliz Navidad y próspero Año Nuevo.



Benedicto, 24 de diciembre de 2007.

sábado, 22 de diciembre de 2007

Ariadne auf Naxos





Hace unas semanas, dije que tenía ganas de comprarme esta ópera en DVD, finalmente, hoy la encontré. Sinceramente, superó mis espectativas en todo sentido; los cantantes son de un nivel altísimo; Gundula Janowitz es una Ariadne de lujo, con una voz ideal para el personaje, y al mismoo tiempo, le imprime el dramatismo necesario que el personaje necesita; no flaquea vocalmente en ningún momento. Uno de los puntos cumbres, es la Zerbinetta de Edita Gruberova, sencillamente genial, algo más corpórea que otras zerbinettas, que sólo hacen coloratura; la Gruberova, no sólo cumple con las tremendas exigencias vocales de su personaje, sino que deja ver la mujer que ella es. Trudliese Schmidt es un compositor muy adecuado vocal y dramáticamente, su voz es profunda y penetrante, sin duda una gran mezzosoprano; pero es demasiado evidente que es una mujer vestida de hombre. Yo personalmente hubiera preferido a Brigitte Fassbaender. Walter Berry siempre genial en todo sentido como el maestro de música. Heinz Zednik crea un maestro de danza pícaro que se aleja del tradicional amanerado que hace la mayoría. El punto más flojo del elenco, es el Baco de René Kollo; los setentas fueron una época negra para los tenores dramáticos alemanes, y Kollo oscila entre la mediocridad y el desastre. En cuanto a la puesta de Filippo Sanjust, es sencilla, pero muy agradable y bien resuelta, justo lo que la obra necesita; adaptada en versión fílmica, de una puesta preexistente de la ópera de Viena. La Orquesta Filarmónica de Viena, dirigida por un maduro Karl Böhm, es superlativa; el maestro austríaco, logra con maestría exhibir esta maravilla straussiana. La calidad de la imagen y el sonido son también muy buenos, teniendo en cuenta que es una versión de 1978. Además el precio es muy conveniente. Excelente opción para regalar a algún melómano querido en estas fiestas...


Benedicto, Buenos Aires, 22 de diciembre de 2007.

viernes, 7 de diciembre de 2007

Los manjares del medio





Llegué a mi casa; tenía 70 pesos exactamente; lo que valía el DVD que quería comprar; Ariadne auf Naxos, osea Ariadna en Naxos de Richard Strauss; con libreto de Hugo von Hofmannsthal; la escena de la ópera transcurre en Viena, donde están ahora los pitufos coronados; pero en el siglo XVIII; un joven compositor, escribe una ópera seria, sobre el tema del abandono de Teseo, de la princesa Ariadna, hija del rey Minos de Creta, en la isla de Naxos; donde es encontrada y se enamora del joven Baco; la ópera se representará en la casa de “el hombre más rico de Viena”; que bien pudo haber estado relacionado con Sebastián de Posen o Agustín de Gauensdorf; pero el caprichoso señor, quiere dar una gran fiesta con fuegos artificiales, y para que todo sea posible; hace que una ópera bufa, osea cómica, que iba a representarse después de la Ariadne, se represente conjuntamente con la seria; el compositor está furioso; cómo su arte supremo se verá manchado por chabacanerías de soubrettes y arlequines de una compañía bufonesca italiana; la primadonna está furiosa también; el maestro de música del compositor intenta calmarlo y el amanerado profesor de baile de Zerbinetta, la bailarina y soubrette principal de la obra “ligera”, presenta esta al compositor; el joven, queda deslumbrado con la belleza de la ballerina, el histérico tenor que hace el papel de Baco, pelea con su peluquero, hasta que finalmente el mayordomo, autoritariamente, dice que la obra debe comenzar; comienza con el canto de las ninfas, y luego arias maravillosas de Ariadna, que añora la pérdida de su amado Teseo; luego aparecen los personajes cómicos y Zerbinetta que canta un aria llena de coloraturas, y acrobacias vocales; finalmente llega Baco, quien ha conocido el amor en brazos de la maga Circe y tiene un extenso dúo con Ariadna, Zerbinetta entre bambalinas no puede comprender en su totalidad todo esto.
Averigüé en dos disquerías y el DVD, no había llegado al país aún; por lo que decidí ir a comer a un restaurante “oriental”; comí de entrada ensaladas de berenjenas, castañas de caju y almendras, puré de garbanzo y de morrón con muchas especias; luego una lasagna de masa fila y queso y finalmente un plato con Mousakka, una lasagna de berenjenas, tomates y queso, otra lasagna de quesos y distintas comidas del medio oriente, con carne y arroz muy bien sazonadas. Se preguntarán cómo yo gasto dinero destinado a un manjar para sibaritas culturales, como ser la Ariadne auf Naxos, en vulgar comida; bien, esta comida pudo haber sido comida por Ariadna y por Baco, muchos de estos platos son griegos o de la región –no hay que olvidar que Baco estuvo en la India-; Grecia es una “tierra media”; ya que hoy en día, algunos la consideran el oriente de Europa, o en el mejor de los casos; “un lugar exótico”; pero no hay que olvidar, que Grecia fue la tierra que dio inicio a la civilización occidental; por lo que podemos situarla “en el medio”; por otro lado, la acción de Ariadne, pasa en Viena, una ciudad de Europa Central; osea “del medio, por muchos considerada, una bisagra entre Oriente y Occidente; incluso, si bien no es típico de Austria, estas comidas se comen en los ghettos turcos, griegos y judíos de Viena; ciudad donde están los pitufos coronados; y además son comidas que se pueden asociar a los antepasados ugro-fineses “húngaros” de Gustl “de ojos turquesa como una cúpula de la lejana Samarcanda”; muchas cosas imaginaba mientras comía eso manjares “del medio”; al mismo tiempo, postergaba la ópera para esperarla como regalo de navidad o de cumpleaños; al fin y al cabo; estos manjares “del medio” como la ópera Ariadne auf Naxos, la ciudad de Viena, Grecia, el Cercano Oriente; Gustl, el otro pitufo coronado y esa comida, va muy bien para un “niño mimado por la vida”


Benedicto, Buenos Aires, 7 de diciembre de 2007.

jueves, 6 de diciembre de 2007

Das Basti und das Gustl





Es war einmal ein Zwerg, Dass Basti hißt; Der kleine Zwerg trifft ein anderes Zwerg. Er lief schnell um das Zwerglein näher zu schauen. Das Basti antwortete:

Basti:
Bist du der Zwerg des Bildnis?

Gustl:
Wer bist du?

Basti:
Ich bin das Basti, und du?

Gustl:
Ich bin das Gustl…

Basti:
Wart’mal! Haare dunkel; richtig! Augen Türkiss; ja ja, richtig; Lippen rot… Lippen rot; rictig rot!

Gustl:
Wie kam es in deine Hände?

Basti:
Eine großmäctige Königin schenkt es mir…

Gustl:
Ich denke, dass du ein gefülvolles Herz hast…

Basti:
Ja gefülvoll, aber ich habe kein Freund, und keine Freundin.

Gustl:
Geduld, Freund! Der Himmel wird auch für dich sorgen. Er wird dir ein Freund oder eine Freundin schicken, eje du dir’s vermutest.

Basti:
Das muss aber sehr bald sein.

Gustl:
Bei Männern, welche Liebe fühlen,
Fehlt auch ein gutes Herze nicht.

Basti:
Die süßen Triebe mitzufühlen,
Ist dann der Weiber erste Pflicht.

Beide:
Wir wollen uns der Liebe freun,
Wir leben durch die Lieb' allein.

Gustl:
Die Lieb' versüßet jede Plage,
Ihr opfert jede Kreatur.

Basti:
Sie würzet unsre Lebenstage,
Sie wirkt im Kreise der Natur.

Beide:
Ihr hoher Zweck zeigt deutlich an,
Nichts Edler's sei,
als Weib und Mann.
Mann und Weib,
und Weib und Mann
Reichen an die Gottheit an.


Heil dir Lucia Popp!



Augustin von Reichenau, barón de Gauensdorf y conde de Ferenczy, Buenos Aires 6 de diciembre de 2007.

La Flauta Mágica






En un horrendo clima cálido, veo un DVD de La Flauta Mágica; este clima es horrendo, por el momento, pero como cierta vez he dicho, que cierta reina una vez ha dicho –y las reinas siempre son sabias- “si Dios en su infinita Misericordia me ha acogido; yo tengo fe”; parece una frase de libro de pastor evangélico brasilero; pero quien descubra a la reina –que no voy a decir quien es; investiguen chicos!- La producción de la flauta mágica muestra a una genial Diana Damrau, en su plenitud vocal, construyendo una solidísima Reina de la Noche; con una hermosa voz de soprano coloratura y mucho dramatismo y astucia escénica; ayudada por una reggie soberbia del productor escénico Pierre Audi, en una producción concebida originalmente para la Nederlandse Opera de Ámsterdam; en el gigantesco escenario del Großes Festspielhaus de Salzburgo, en el año del 250 aniversario del nacimiento del compositor. La puesta tiene un juego cromático y de formas interesantísimo, que recuerda en ciertos momentos los cuadros de Oskar Kokoschka; el resto del elenco es muy sólido; con René Pape como Sarastro, Paul Groves como Tamino, Genia Kühmeier como Pamina, y Christian Gerhaher como Papageno; un adicional, es la presencia del gran Franz Grudheber como el orador. La dirección musical de Riccardo Muti, lejos de ser genial, es digna, y luego de un par de veces, no defrauda.
Una vez hecha la crítica, hablo de lo que significó escuchar fragmentos de esta ópera simbólica para mí, en esta tarde agridulce: fantaseé con mil cosas, como jóvenes cantantes que debutan en X teatro; los dos “pitufos coronados” asistiendo a galas en Austria y codeándose con las más altas esferas y una vida tranquila y despreocupada, con estos gustos burgueses, Casi no hubo lugar para recordar que en un clima similar a este, hace nueve años, estaba por ser concebido el embrión de “El príncipe de Posen”; en circunstancias que ya relaté varias veces; recién ahora vienen a mi mente palabras como Miramar; mar; Mar Báltico; Europa Central; Viena; Salzburgo; idioma alemán; Sassa… Como dice la Bastion: en fin…



Benedicto, Buenos Aires, 6 de diciembre de 2007.

Mi error tremendo





Luego de un momento de furia tremenda, en el que casi hago algo irreparable; llego a mi casa de Belgrano; lloro; busco consuelo en mi madre; me siento desesperado; Sebastián y Agustín no me pueden ayudar; pero un aria sí; la tengo cuatro veces en italiano; por dos cantantes negras y por dos cantantes blancas: Grace Bumbry, Shirley Verrett, Maria Callas y Giulietta Simionato; esto en CD, en DVD la tengo por una negra y una blanca: Grace Bumbry y Luciana D’Intino. El aria dice así:

Original en italiano:

O don fatale, o don crudel
Che in suo furor mi fece il cielo!
Tu che ci fui si vane, altere,
Ti maledico, o mia beltà.
Versar, versar sol posso
il pianto,
Speme non ho, soffrir dovrò;
il mio delitto è orribil tanto
Che cancellar mai non potrò!
O mia regina! Io t'immolai
Al folle error di questo cor.
Solo in chiostro al mondo ormai
Dovrò celar il mio dolor!
O ciel! E Carlo! a morte domani
andar vedrò!
Ah! un di mi resta la speme m'arride.
Sia benedetto il ciel! io salverò!


Traducción:

¡Oh, don fatal, oh, don cruel,
que en su furor, me hizo el cielo!
Tú que nos haces tan frívolas, tan altivas,
te maldigo, ¡oh, belleza mía!
Verter, verter el llanto mío;
es lo único que puedo hacer.
Esperanza no me queda; sólo sufrir.
Mi delito es tan horrible
que no podré nunca expiarlo...
¡Oh, mi Reina! Yo te sacrifiqué
al loco error de este corazón.
¡Sólo en el claustro podré al mundo
ocultar mi dolor!
¡Oh, cielo! ¿Y Carlos?
¡A la muerte, mañana lo veré caminar!
¡Ah! Me queda un día; la esperanza me sonríe,
¡Bendito sea el cielo! ¡Lo salvaré!


Adaptación mía:

¡Oh, don fatal, oh, don cruel,
que en su furor, nos hizo el cielo!
Tú que nos haces, errores de la natura,
Te maldigo, ¡oh, pasión mía!
Verter, verter el llanto mío;
Es lo único que puedo hacer.
Esperanza no me queda; sólo sufrir.
Mi delito es tan horrible
Que no podré nunca expiarlo...
¡Oh caro amigo! Yo te sacrifiqué
al loco error de este corazón.
¡Sólo en mi cuarto podré al mundo
Ocultar mi dolor!
¡Oh Cielo! ¿Y Basti?
¡A la muerte, en breve lo veré caminar!
¡Ah! Me queda un momento; la esperanza me sonríe,
¡Bendito sea el cielo! ¡Lo salvaré!



Caro amico, non chedo a te pietà, ma se vedesti questo core... Non posso più ndire...






Benedicto, Buenos Aires, 7 de diciembre de 2007.

Wienerische Weihnachten





Y nuevamente en Viena, luego de la representación del Barba Azul en Budapest, Gustl y Bastien, viven días despreocupados de alegría navideña… Este mes de diciembre es inusualmente frío, lo que no les impide ir a pasear por los parques y avenidas de la ciudad; visitan los museos, los palacios, asisten a eventos en los más elegantes salones, van a tomar el té al Café Mozart, frente a la Staatsoper; van al teatro, a la ópera, a ver conciertos al Musikverein y al Kozerthaus; su agenda es ocupadísima, pero la pasan bien, no les falta tiempo para comprar ropa en Loden Haus, Yves Saint-Laurent, Armani, Versace y demás tiendas cercanas al Hofburg y a la Stephansdom. Justamente en la Stephansdom, asiste Gustl a Misa, todas las vísperas de Adviento; van a ver las galas en la Sala de Equitación Española, se reúnen con importantes personalidades del mundo de la política, el arte y los negocios; y aún así, les queda tiempo para vida familiar y para ellos dos.
Se quedan en casa del padre de Gustl, comparten habitación; una noche después de asistir a un cocktail en el Schloss unter Belvedere, donde se representó el concierto para flauta y arpa de Mozart; se quedan acostados en la hermosa cama de Gustl llena de almohadas y edredones, mientras escuchan muy bajito; la sinfonía Nº 39…

- Meine liebe Bastien… sehr schön ist für mich, bei dir zu schlafen, durch wir so holde Musik zusammen hören…
- Wie komisch und schön klingt das Word: “meine liebe”… Ich bin keine Frau, du wißt…
- Ja… Aber wir sind schwulen; wir können als Frauen sein sprechen…
- Es ist wirklich… meine liebe Augustine…
- Haha! Doch! Liebst du mich also?
- Ich glaube…
- Arme mich!
- Warum sprechen wir als ein Geheimnis…
- Es ist kein Geheimnis. Nur eine Unterhaltung ohne Methode…
- Es hat auch kein Sinn… wir sprechen lüftlichen Wörter…
- Ich…
- Du?
- Ich will…
- Was?
- Nur… hahaha.
- Du bist iditot!
- Ich kann nicht sprechen, du schon wißt… es ist nicht einfach für mich…
- Was möchtest du um mir zu bitten?
- Ich will, dass du um mir zu küssen…
- Ich will, als Belmonte zu Konstanze sacht, tausenden Küssen um dir zu geben…
- Dies ist sehr dumm!
- Ja wirklich, wie die Unterlatungen mit der Bastion.
- Die Bastion! Haha! So fremd sie jetzt ist…
- Sehr gut meine Liebe; Gute Nacht!

Al día siguiente, se levantan a las 10 de la mañana, desayunan con Tortas, Kuchen, Wurst, huevos revueltos, jugo de naranja y café y van a la casa de Sophie Kempe, donde un colaborador polaco de esta, toca piezas de Chopin en el piano; y algunos niños del Wiener Sängerknaben, cantan para ellos tres y Ana Széll. A la hora de almorzar, los cuatro se suben a un Audi, que alquiló Ana Széll y van a comer a un restaurant del barrio turco, llamado Mustafa.


Augustin von Reichenau, barón de Gauensdorf y conde de Ferenczy; Buenos Aires, 6 de diciembre de 2007.

Proyecto







Voy a exponer en este ensayo, una idea que se me ha ocurrido, y creo que sería de gran utilidad para la humanidad en su totalidad. Se trata de abolir la privacidad; es decir, hacer pública la vida íntegra de todas las personas del mundo. Esto puede ser visto por muchos como una grave violación a la libertad de los individuos; pero, a mi entender, el fin ulterior de este, llamémoslo proyecto, es darle plena libertad, basada en la seguridad, y la erradicación de la mentira en primera instancia y de todo acto delictivo.
Bien; ¿Cómo se implementaría esta extraña medida? No me considero original, supongo, que muchos lo habrán pensado ya; e incluso habrán desarrollado teorías más eficientes. Mis ideas son dos; la primera sería implantar microchips en absolutamente todas las personas del mundo; desde el bebe que nace; hasta el anciano que se está por morir en un hospital; pasando por los aborígenes que viven en comunidades aisladas de cualquier parte. Este microchip, registraría todo lo que hace cada persona a cada instante, durante toda su vida, y estaría directamente conectado a una computadora madre; que elaboraría resúmenes diarios, que quedarían archivados; estos resúmenes; explicarían de forma sencilla y accesible a cualquiera, todo lo que hace cada ser humano, durante cada día, hora, minuto y segundo; y estaría disponible libre y gratuitamente para la totalidad de la población mundial, desde cualquier computadora; es decir, cualquier persona, podría averiguar libremente qué hizo tal o cual otra persona a tal minuto, hora y día; para quienes no supieran utilizar la computadora; existirían centros a los cuales acudir, donde se imprimiría en el idioma que la persona lo desease, la información que la persona pida; y para aquellos que no supiesen leer; habría máquinas encargadas de relatarle todo, en el idioma pertinente.
La segunda idea sería, instalar satélites inteligentes, sobre toda la faz de la tierra, que observaran la actividad de todos los seres humanos, realizando un trabajo similar al de los microchips; el problema de estos satélites, es que podrían ser burlados, por ciertos escondites, la idea, sería fabricar unos satélites, capaces de observar a cualquier persona, esté donde esté.
Habría muchos puntos a tener en cuenta, una vez superada la cuestión ética del asunto; los más importantes que se me ocurren ahora son; el consenso de la mayoría de los líderes y legisladores mundiales, para un proyecto que muchos considerarían descabellado; esto sería muy complicado y haría falta una buena exposición, fundamentada , por buenos oradores con alto poder de convicción; para que esto, pueda ser implementado en el mundo entero; por otra parte a muchos países, personas, o grupos, no les convendría esta medida y se opondrían, por lo que existe la posibilidad de tener que usar la fuerza, cosa que podría tener consecuencias nefastas; por decir un ejemplo, una tremenda guerra mundial “con el fin de implementar en el mundo, la paz, la seguridad y la libertad”. Una alternativa sería que lo hicieran ciertos países; y paulatinamente, que otros se fueran sumando; el tema es harto complicado. Otro inconveniente, sería el ataque de posibles hackers ; que con distintos fines, quisieran llegar a la computadora madre, con el fin de desactivarla o manipular la información; para eso, haría falta un control muy riguroso y probablemente, una computadora asistente de la madre; todas estas cuestiones técnicas, me exceden y las dejo para los ingenieros que desarrollarían el proyecto. Por último, está el tema del stress que produciría sobre la amplia mayoría de la población que no nació bajo este sistema y de la noche a la mañana pasase a ser observada las 24 horas, a sabiendas de que todo lo que haga, va a estar a disponibilidad de todo el mundo; para muchos la sola idea sería asfixiante y pensarían en suicidarse. Para esto, se me ocurre, redes de asistencia a las personas que lo necesitasen, para explicarle los beneficios de este sistema.
Finalmente llega la cuestión ética; como ya dije; muchos lo considerarían como una privación violenta y arbitraria de la libertad individual. A esto, yo respondo, que al desaparecer la privacidad, también desaparecería la mentira, se cumpliría la ley con mucho más rigor –confiando siempre en el buen criterio y justicia de los legisladores-. Bajaría el delito, las torturas, el tráfico ilegal de drogas, y demás elementos, se podría planificar mejor, para el bienestar de toda la población. Se evitarían mentiras, infidelidades; y la gente, al saber que su vida es absolutamente pública, blanquearía todo lo que considerase que no es nocivo. Se podría seguir argumentando muchísimo, pero creo que no es el propósito; la idea era exponer el proyecto; que por el momento es sólo un pequeño e insignificante ensayo de ciencia ficción.



Sebastian von Schloss, gran duque de Luxemburgo y de Posnania, duque de Sajonia y Varsovia, príncipe real de Prusia, príncipe de Pomerania, Brandenburgo, Danzig, Silesia y Lublin y señor de la Orden Teutónica; jueves, 6 de diciembre de 2007.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Los antepasados húngaros de Gustl





Mediados de diciembre; Agustín viajó a Viena con Sophie Kempe y con su madre, donde se encontró con Sebastián. Todos viajaron a Budapest, para cerrar la temporada de la ópera de esa ciudad, con la ópera de Béla Bartók; El Castillo del duque Barba Azul. Que la dirigirá el padre de Agustín, a pedido de este; como forma de recordar a su abuelo materno György Széll y a toda su familia húngara… Todos se hospedan en el Sofitel Budapest Hotel, junto al Danubio y al Puente de las Cadenas; Sebastián y Gustl comparten una suite, con vista al Danubio; luego de unos cuantos meses sin verse comentan sobre el viaje de Sebastián por Europa Central, del norte y del este y los sucesos en Argentina… Es de noche, hace mucho frío afuera y la ciudad está cubierta por un manto blanco…

- Estoy muy agradecido a tu mamá por haber elegido dos cantantes húngaros y haberlos preparados para cantar una ópera en húngaro, aún sin saber húngaro ella…
- Tu mamá sí habla húngaro, no?
- Sí, a ella le enseñaron desde chiquita; mi abuelo era húngaro y mi bisabuela y su hermana, hablaban en húngaro…
- Cómo se llamaban?
- Mária, era la madre de mi abuelo György; y su hermana, la tía abuela de mi mamá, se llamaba Júlia.
- Su apellido era Ferenczy, no?
- Sí, eran condesas; fueron educadas en Viena; pero venían de una familia tradicional húngara, mi bisabuelo se llamaba Zoltan Széll y era un rico comerciante; su mujer era la condesa Mária Ferenczy; ella y su hermana venían de la familia Ferenczy-Andrássy; mi tía Júlia nunca se casó…
- Y a vos nunca te enseñaron húngaro?
- Para qué? Si no sirve para nada; y es re difícil… A mi mamá de algo le sirvió, dicen que si sabés húngaro, podés aprender cualquier idioma…
- Y tenés parientes en Hungría?
- Muy lejanos; mi abuelo tuvo un hermano; Ferenc; pero era soltero…
- Loka?
- Eso dicen… Murió antes que yo naciera y de eso no se hablaba en la familia, él no dejó descendencia…
- Igual se va a prolongar el apellido Széll; por tus primos Santiago e Ignacio…
- Y Tomás y Constantino…
- Esos dos son lokas…
- Tres lokas primas hermanas? Me parece mucho…
- Hay caso de tres lokas hermanas…
- Igual, si vos fueras paki, no prolongarías el apellido, porque sos von Reichenau.
- Cómo eran tu abuela Mária y tu tía Júlia?
- Dos viejas de mierda; ellas vivían en argentina, como si vivieran en Hungría; despreciaban todo lo de Argentina… Entre ellas hablaban en húngaro; hablaban alemán, francés, italiano, inglés y español.
- Tu mamá cuántos idiomas habla?
- Mi mamá habla castellano, alemán, inglés, húngaro, francés, italiano, ruso, portugués y latín.
- Nueve idiomas; mi mamá habla uno menos; alemán, inglés, español, italiano, francés, ruso, checo y latín.
- El checo y el ruso los tuvo que aprender para cantar ópera…
- Sí… Y contame de tus parientes húngaros…
- No los conozco… Parte son por el hermano de mi bisabuelo Széll; y otros son descendientes de los primos de Mária y Júlia.
- Cómo se llamaban los padres de Mária y de Júlia?
- Lászlo Ferenczy e Ilona Andrássy.
- Y están emparentados con los Esterházy?
- Sí; el bisabuelo de Mária y de Júlia era Esterházy…

Interesante todo lo que me contás… ahora vamos al bar a tomar algo que tengo hambre; otro día seguís.


Augustin von Reichenau, barón de Gauensdorf y conde de Ferenczy. Buenos Aires, 5 de diciembre de 2007.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Fusión






Y Nacho volvió! Él me había dicho que era pragmático; y una persona pragmática no es una persona consecuente. Volvió cual adolescente alterada; tildó mi anterior publicación de “insulto a la literatura”; pero no sin antes decirme que cuando muere un amigo, uno quiere decirle unas últimas palabras, aunque sea después de muerto. Admito que mi narrativa es poco consistente; pero el misterioso y siniestro Nacho se va desnudando lentamente ante mí… se muestra más como un jovencito vulnerable, que como un malvado tirano. El me aseguró que todo lo que me dijo era cierto; que la foto que me mostró de sus ojos era real. Yo le dije que no le creía, ni le dejaba de creer. Hablamos un rato de no me acuerdo qué; mi alegría era inmensa; tengo que admitir que desde que lo “borré de mi Messenger”, hasta que volvió, no dejé de pensar en él ni en sueños; él me buscó desde otra cuenta, me pidió que desbloqueara la cuenta que había bloqueado. Hago esfuerzos ahora por recordar lo que hablamos, pero sólo me vienen vagos recuerdos; y entre poco y nada, elijo nada. Mi mamá se levantó de la siesta y fui a tomar el té con ella. Me dijo que tenía ganas de ir a pasear por Martínez, el barrio en el que creció; me entusiasmó la idea, una vez que hubimos terminado de tomar el té, volví a mi cuarto; me fijé si seguía Nacho conectado, pero él no estaba; me vestí y salimos de casa; fuimos a buscar el auto al garage; llevé dos CD’s para escuchar en el auto, pero no los pude poner, porque a mi mamá le dolía la cabeza y dijo que no quería ruidos. Agarramos Libertador derecho; al pasar por la cancha de River, un montón de gente obstaculizaba el tránsito, era gente que iba al recital de “The Police”; cruzamos la General Paz; cuando llegamos a Olivos; mi mamá cargó nafta en una Shell, yo aproveché para ir al baño; otra vez en el auto seguimos por Libertador, cruzamos el puente del Tren de la Costa, la calle Paraná que divide loso municipios de Vicente López de San Isidro; Pacheco –donde vivía mi mamá- ; Alvear; llegamos hasta Pueyrredón y doblamos a la derecha, en dirección hacia el Río, fuimos hasta la bajada del Aguila, estacionamos el auto, y fuimos a dar una vuelta por las hermosas y tranquilas calles, con árboles bajos, tilos y jacarandaes en flor que cubrían las calles de una alfombra lila, lindas casas, vimos a unos chicos, según mi mamá drogadictos y pasamos por la puerta de un colegio; había mucho silencio, no se escuchaban ni siquiera los pájaros. Volvimos al auto, fuimos por Libertador hasta Alvear, y fuimos a comer panchos a Blancanieves. Comí dos panchos con mostaza y un helado. Volvimos a casa; esta vez sí estaba Nacho; no le hablé, esperé a que él me saludara, chateamos un rato largo; me contó su gusto por los baños largos y relajantes, con música “slow”, sales y mucho vapor, su gusto por la ropa, los perfumes; yo le hablé de mí, de mi antiguo amor por los perfumes; le dije que ahora no tengo ninguno; y que voy casi siempre vestido igual; que me gusta disfrazarme de rugbier, aunque en mi puta vida haya jugado al rugby. Hablamos de lo inescrupulosos que somos con el dinero; y llegó a parecer una competencia de nenes chiquitos; hasta que llegó el momento en que cual princesa o reina de un reino de fantasía me dijo “el baño está listo”, y se fue, yo me puse a escuchar el aria de Lensky, del Onegin, intenté aprenderme la letra; pero la fonética rusa es muy complicada para mí. Después traje el Don Carlo de Giulini; puse el “Tu che la vanità” cantado por la Caballé; no me gustó la dirección, me pareció apagada, prefiero la de Solti, tiene más ímpetu… Pero la voz de la Caballé es como dijo una vez un amigo: “la voz de los ángeles celestiales”; la imaginé como una joven cantante catalana de nuestros días, que va a tomar clases con Sophie Kempe; la madre del príncipe de Posen; quien queda deslumbrada; pero muestra siempre entereza. Volvió Nacho. Me saludó, le dije que estaba escuchando a Montserrat Caballé, le pregunté si la conocía; me dijo que no; le dije que era la gorda que cantó “Barcelona” con Freddie Mercury, y que eso era lo peor que había hecho: hay que escucharla en grabaciones de los años 70’ cantando Bellini, Verdi y Puccini. Me habló de algo llamado Bellini, creo que un vino; jaja, qué inculto soy! Luego de eso, me pasó un tema de la música que escucha él, música electrónica para relajación, “fusión de diferentes países y estilos” según creo recordar que me dijo él; música que se escucha en Ibiza, al ver el atardecer en el Mediterráneo; me pasó varios temas de “su música” y dos fotos de Ibiza. Yo le dije que le pasaría algo de “mi música”, elegí algo que me traía recuerdos que no voy a comentar ahora; el Lied número 18, de “La bella molinera”; luego le pasé el “Heidenröslein”; indudablemente, la música es algo que tiene que llegar a las personas; pero es difícil que entre “de una”; hace falta educar el oído…
Finalmente le dije que le iba a mandar una de las cúspides del arte occidental; el preludio de Tristán e Isolda; le dije que para entenderlo hay que leer varios libros, pero, quería que lo escuchara y lo “sintiera”; siguió mandándome temas de música electrónica hasta que terminó de bajar el Vosrpiel del Tristan, y le dije que quería que lo escuchásemos juntos. Y así fue; empezaron a sonar los primeros acordes, y de repente, vi la foto que me mandó de los que tengo que creer que son sus ojos, y decidí verlos mientras escuchaba el Vosrpiel. Le dije que los estaba viendo; y me preguntó si aún me causaban miedo, y fue en ese momento, cuando al verlos inmersos en el océano de sonidos cromáticos que es el Vorspiel del Tristan, descubrí quién era Nacho; fue un momento de arrebato, me hizo acordar a cuando en la óepra Turandot, la princesa, le dice al príncipe ignoto “So il tuo nome!”; y efectivamente, le dije: “YA SÉ QUIEN SOS!”; y él aseguró que no nos conocíamos, que nunca nos vimos en nuestras vidas; yo le dije que lo conocía muy bien, él me aseguraba que no lo conocía; le dije que iba a decirle quién era cuando terminase el Vorspiel; él se impacientó, dijo que estaba cansado; que le esperaba una ardua semana, y que hoy tenía que levantarse temprano; tanta fue su impaciencia, que al amenazarme con irse; yo le dije “alto!” , cuando el Vorspiel iba terminando, lo interrumpí y le dije “¿Estás preparado”; él asintió; “tu nombre es… Friedrich Sebastian Wilhelm August von Schloss-Hohenzollern, gran duque de Luxemburgo y de Posnania, duque de Sajonia y Varsovia, príncipe real de Prusia, príncipe de Pomerania, Brandenburgo, Danzig, Silesia y Lublin, y señor de la Orden Teutónica; “el príncipe de Posen”; esos ojos lo delataron, ojos no muy grandes, un tanto rasgados con un dejo oriental “wendo-eslavo” ojos de Pribislav; como dijo Hans Castorp; de un azul intenso, como las aguas del Báltico, que vi a los 14 años; un azul que no difiere mucho al del Mar Argentino, que vi unos meses después, ya cumplidos los 15; con la música de La Flauta Mágica en la cabeza; ese azul que vi en los ojos de un chico que se llamaba Sebastián, de pelo rubio oscuro y eran iguales al azul del Atlántico Sur y al del Mar Báltico. Nacho-Sebastián, me preguntó si yo creía que él era ese chico que conocí a mis 15 años en Miramar y le dije que no; que él era Sebastián de Posen; Sebastian von Schloss; aquél que le dio sentido a mi vida durante todos estos años, aquél que me mantuvo en pie, aquel que amé en infinitas noches, aquél a quien le di un hermoso joven para que fuese feliz, el virtuoso, bello y buen Gustl. El me preguntó si por él no me había suicidado estos años, no le contesté, creo. Le dije que no iba a descansar hasta tenerlo en mis brazos y recrear mi vista en esas dos gotas de Mar Báltico. Facciones que se asimilan mucho a la siniestra princesa Federica, y a la virtuosa y buena princesa Sofía, madre de Sebastián. El temió que yo lo buscase, y yo dije que sería paciente y mientras tanto fuese a disfrutar de los placeres, que yo; Benedicto I de Belgrano, cree para él; que fuera a dormir en brazos del bello Gustl. Hoy la vida te sonríe mi príncipe… El me saludó: “chau mi creador; hasta la semana que viene”.



Benedicto, Buenos Aires, 3 de diciembre de 2007.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Nacho





Voy a contar la historia de un extraño sujeto, que conocí hace dos años en el ciberespacio. Los asiduos de Internet, bien sabemos que nada de este mundo debe sorprendernos o asustarnos; digamos que Internet, en nuestros días, nos saca nuestra capacidad de asombro, mucho más rápidamente que cualquier otra cosa. Hace un rato me preguntaba por qué escribo esto… Se supone que es algo “privado”, entre ese misterioso señor y yo; y estoy seguro de que esta publicación, no va a ser un capolavoro… De todas maneras, ya sea por orgullo, o para demostrarle al mundo que no tengo miedo de ese espectro, y que mis días de soledad en mi casa, no son tan vacíos; decidí escribir.
Al sujeto en cuestión, lo conocí en alguno de los tantos canales de Chat que hay. Dio un nombre, aparentemente falso; se presentó como bisexual, o hetero curioso; da igual –creo que a esta altura, el tema de la homosexualidad, está dejando de ser novedad; y poco a poco; si Dios quiere, pasará a ser lo que es; un rasgo constitutivo de la cualidad humana de muchas personas. No digo que ese día haya llegado; faltan muchos años de “gay pride parades”; discotecas; dobles vidas y escándalos con plumas aún; pero poco a poco, a la sociedad, le molestamos más, pero no como homosexuales, sino como “minoría” que se hace notar-. Volviendo al desconocido; dijo que buscaba sexo, y nada más; hasta llegamos acordar encontrarnos en una esquina; pero él creo, se echó atrás… Dos años pasaron, y él se aparecía en mi vida como un ser misterioso y fugaz, casi siempre de noche, nada más que una ventana en mi Messenger; me contaba sus avances en el mundo gay; y ratificaba todo el tiempo, que él no quería llevar una vida gay; él quería ser un heterosexual respetable, su ámbito no se lo permitía; su misión era muy elevada y ser homosexual se interpondría en el camino, etc, etc, etc. Los que me conocen; saben que yo soy homosexual asumido, y partidario de la naturalización y apertura absoluta. Este señor, me dijo que Argentina no es Nueva York, ni Ámsterdam, ni Ibiza, y llegó a compararla con las más reaccionarias sociedades latinoamericanas. A lo mejor tenga razón… Me dio mil datos, y me aseguró que eran ciertos, me dijo dónde vivía la madre y el padre, qué auto tenía, dónde veraneaba, se presentó como un joven gran señor… También habló de sus aventuras con un joven del arrabal, me habló de algo más consistente, con un chico bien. Todos estos datos y muchos más, son meros accesorios; ya que en este mundo; nada es cierto; o mejor dicho, nada es comprobable.
Voy a decir ahora mi percepción, más allá de todas sus historias, a las cuales no les doy mucho crédito, ni dejo de dárselo. Al chatear con él, me vino a la cabeza, un fragmento de la ópera “Rigoletto”, en el cual, luego de una lujuriosa fiesta –como las que este joven señor, me describía en Ibiza y en Nueva York en los años setenta- en la que el joven, poderoso y bello duque de Mantua, se entregaba a los placeres de la carne, las mujeres y el vino; el jorobado y deforme bufón de la Corte, se va a su casa en las afueras de la ciudad, y en una lúgubre noche; encuentra a un sujeto aún más lúgubre, un hombre que “te libera por poco de un rival”; un asesino a sueldo; mata en la ciudad, o en su casa en las afueras, con ayuda de su hermana… Este joven señor, al que llamé Nacho –no me gustó el nombre que él me dio, y a él sí le gustó Ignacio; Nacho- me recuerda mucho a Sparafucile; el sórdido sicario que se aparece en la oscuridad. Los acordes que suenan en ese momento son tétricos, lentos y misteriosos; el andante con recitativo me hace acordar bastante al andar de un bote en las sucias aguas de los canales de alguna ciudad del Véneto por la noche; de hecho, así lo ilustra muy bien, el genial Jean-Pierre Ponnelle, en su producción fílmica del Rigoletto. Sus encuentros furtivos, ya sean con sus supuestos amantes de noche, en puntos diversos de nuestra urbe –y luego del sexo, se vuelve a ser “un respetable señor”- como los encuentros virtuales conmigo, casi siempre de noche; me contaba los más espeluznantes relatos; hasta llegó a mostrarme, dos cándidos y siniestros ojos celestes, que supuestamente eran de él; ojos comparables a los de una niña perversa, un ángel malvado, o un agente de la Stasi.
Durante dos años, intenté convencerlo para que viviera su vida con mayor despreocupación; pero él insistió en guardar absoluta reserva, dio mil argumentos; hasta en uno de esos accesos de sentimentalismo virtual, llegué a compadecerme de él y querer darle un abrazo, hasta llegué a querer estar cerca suyo con fines eróticos. El me ofreció dos alternativas: la primera, verlo con el nombre que él me dio, tener sexo y no volver a verlo nunca más; y la segunda, que él se presente a mí, con su verdadero nombre como un “hetero respetable”, sin que yo nunca me entere que él es el gay, con quien yo he chateado por dos años; es decir, mostrarme a su “yo hetero” y ser su amigo. Yo accedí a la segunda opción; pero le remarqué que hay hombres que llevan una doble vida, hombres casados, otros con fama de mujeriegos, machos del arrabal, honorables jueces, cirujanos, políticos, estadistas, militares, sacerdotes, deportistas, dictadores, conquistadores y puedo seguir con una lista que me llevaría todo el blog de “El príncipe de Posen”; todos esos pueden tener encuentros fugaces con hombres y hasta amarlos en secreto: Pero no existe ser humano sobre la faz de la tierra, que sea gay y heterosexual al mismo tiempo. Y por mucho que oculte un aspecto de sí, nunca va a dejar de ser gay. El asintió.
Me queda en el tintero un interesante anecdotario; voy a contar a modo de apéndice, sólo algunas cosas, él me habló de una conspiración; mientras él me hablaba de la lujuria de ciertos lugares, yo le hablaba de la rancia rigidez católica de la España de los Austrias; él me describía una disco donde el placer y el hedonismo eran lo que se respiraba; yo le describía a la reina de España y las Indias, vestida de negro, con cuelloo y cofia blanca, con una cruz de oro y una enorme mantilla de encaje holandés negro, que llegue hasta el piso, que camine por los claustros del monasterio de San Yuste, en Extremadura, hasta llegar a la capilla donde está la tumba de Carlos V, se arrodille, haga la Señal de la Cruz, junte las manos, y diga: “vos que has conocido del mundo la vanidad, y en la tumba gozas del más profundo descanso; si aún se llora en el cielo; llora por mi dolor; y eleva el llanto mío al Trono del Señor”; hablamos también de Ibiza, él me comentó loo hermosa y libre que es; el aire de libertad que se respira en esa isla que fue colonizada por los fenicios, en la cual se ve la arquitectura árabe; yo le coonté de una crónica que leí, de dos adolescentes del siglo XVII, que fueron encontrados acariciándose en una cama, y fueron deportados a trabajar de por vida a las salinas de Ibiza. Eso es lo que había en ese entonces en Ibiza; salinas! Nacho, me dijo que se arrepentía de no haberse acariciado con otro adolescente en una cama, cuando él lo era. Luego me dijo que él y yo buscamos lo mismo; yo luchando desde afuera, y él desde adentro; cuando yo le dije “que Dios te proteja y te guarde”; él me preguntó qué Dios, y yo le dije; el Dios de Israel, él me dijo, que ambos buscábamos lo mismo; ahí se me ocurrió un paralelismo con la escena de Rigoletto que sigue a la de Sparafucile, en la que el deforme dice “somos iguales, yo tengo la lengua y vos el puñal”; él se autoproclama apóstol de la libertad, y permite que un sistema inhumano le pise la cabeza; podría seguir, pero creo que no tiene caso, y como dije al empezar; la verosimilitud de todo esto, es nula en el ciberespacio, “Nachito”, fueron sólo letras en mi pantalla.
Y finalmente llegó la hora de despedirnos; él dijo que “volvería”; que aparecería en mi vida con su nombre real, etc, etc. Y yo ni siquiera lo espero; mis conjeturas son miles, pero no son más que conjeturas; yo lo saludé afectuosamente y le dije que un tirano, como él pretendía ser, se puede permitir amar y tener placer. El me dijo quj iría al kiosco y con el aire en su cara, pensaría que murió un amigo, porque todo lo que él me contó, es absolutamente cierto.








Benedicto, Buenos Aires, 2 de diciembre de 2007.