jueves, 6 de diciembre de 2007

La Flauta Mágica






En un horrendo clima cálido, veo un DVD de La Flauta Mágica; este clima es horrendo, por el momento, pero como cierta vez he dicho, que cierta reina una vez ha dicho –y las reinas siempre son sabias- “si Dios en su infinita Misericordia me ha acogido; yo tengo fe”; parece una frase de libro de pastor evangélico brasilero; pero quien descubra a la reina –que no voy a decir quien es; investiguen chicos!- La producción de la flauta mágica muestra a una genial Diana Damrau, en su plenitud vocal, construyendo una solidísima Reina de la Noche; con una hermosa voz de soprano coloratura y mucho dramatismo y astucia escénica; ayudada por una reggie soberbia del productor escénico Pierre Audi, en una producción concebida originalmente para la Nederlandse Opera de Ámsterdam; en el gigantesco escenario del Großes Festspielhaus de Salzburgo, en el año del 250 aniversario del nacimiento del compositor. La puesta tiene un juego cromático y de formas interesantísimo, que recuerda en ciertos momentos los cuadros de Oskar Kokoschka; el resto del elenco es muy sólido; con René Pape como Sarastro, Paul Groves como Tamino, Genia Kühmeier como Pamina, y Christian Gerhaher como Papageno; un adicional, es la presencia del gran Franz Grudheber como el orador. La dirección musical de Riccardo Muti, lejos de ser genial, es digna, y luego de un par de veces, no defrauda.
Una vez hecha la crítica, hablo de lo que significó escuchar fragmentos de esta ópera simbólica para mí, en esta tarde agridulce: fantaseé con mil cosas, como jóvenes cantantes que debutan en X teatro; los dos “pitufos coronados” asistiendo a galas en Austria y codeándose con las más altas esferas y una vida tranquila y despreocupada, con estos gustos burgueses, Casi no hubo lugar para recordar que en un clima similar a este, hace nueve años, estaba por ser concebido el embrión de “El príncipe de Posen”; en circunstancias que ya relaté varias veces; recién ahora vienen a mi mente palabras como Miramar; mar; Mar Báltico; Europa Central; Viena; Salzburgo; idioma alemán; Sassa… Como dice la Bastion: en fin…



Benedicto, Buenos Aires, 6 de diciembre de 2007.

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