jueves, 10 de abril de 2008

A las tipas


No temas, amado bien mío,
para tí siempre, mi corazón dispuesto estará.
Disipa ya las penas, la angustia y el dolor,
apréstate a gozar de una alegría matinal.

Caro objeto, del amor mío,
Tu, mi bien y mi esperanza.
Bella imagen de mis placeres,
porta júbilo a mi pecho!


Bajo una tipa de un gran parque, yo un día encontré el gozo y la felicidad; qué lejanos son hoy a mi corazón esos sentimientos, pero en la vehemencia de mi juventud, creo aún que aquél momento, bajo esa frondosa tipa, de un modo u otro a mí volverá... O tipas enormes y débiles, elegantes y llenas de majestad, le habéis dado hermosura a mi ciudad y refugio a los clamores de mi juventud... Tipas! O tipas llenas de dignidad, sean ustedes mis amigas y confidentes, y seanlo de mi ciudad!

Benedicto, Buenos Aires, 10 de abril de 2008.

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