domingo, 6 de abril de 2008

El tío (variación)


Personajes:

-Teresa Poniatowski, anciana polaca, muy católica, madre de cinco hijos, residente en el barrio de Devoto.(T)

-Nicolás Poniatowski, su hijo menor.(N)

-María Poniatowski, su nieta de 24 años.(M)


Mediodía soleado de abril, en el modesto departamento de Teresa, en la calle Segurola; la mujer tiene 88 años y vive con su hijo menor, Nicolás, de 50; el departamento consta de dos pequeños cuartos, uno para Teresa y el otro para Nicolás, una pequeña cocina, un living comedor modesto, un baño y un balconcito.
Teresa espera la llegada de su nieta María, hija mayor de su segundo hijo Estanislao, quien vive a pocas cuadras de allí con su familia. Nicolás está poniendo la mesa, mientras su madre que acaba de hacer la comida, descansa un poco en un sillón individual, junto a una mesita con una lámpara, una Biblia y un rosario. Suena el timbre, Nicolás atiende el portero eléctrico y baja a abrirle a su sobrina; esta llega con unos pantalones verde militar flojos, zapatillas de lona, una remera gastada, una mochila negra, que deja junto a la mesa, y el pelo cortado tipo varón...

T- Hola preciosa, cómo andás?

M- Hola abuela! todo bien, vos?

T- Más o menos querida, me duele mucho la espalda, estuve toda la mañana cocinando... Te hice piegori, Nicolás me ayudó a pelar las papas y a pelar, picar y rehogar la cebolla... Y de entrada de hice ensalada de pepinos con crema... Y también te hice postre de manzana, que a vos tanto te gusta, con crema que batió Nicolás, no le puse azúcar a la crema...

M- Ay abuela! no te hubieras molestado, si yo como cualquier cosa...

T- No querida! Para mí es un placer atenderte... Querés comer ahora o más tarde?

M- A mí me da lo mismo...

T- Bueno, mejor comamos ahora, porque yo a la una y media tengo que tomar la pastilla para la diabetes... Nicolás; trae la fuente con los pepinos.

M- No tío, dejá, voy yo...

T- No no querida! vos sentate en la mesa, va Nicolás... -Nicolás trae la fuente con la ensalada de pepinos...

T- Servile a María primero Nicolás! - le sirve primero a María, bastante cantidad, luego a su madre, y finalmente un poquito para él, y se sienta... Teresa se persigna y empiezan a comer...

M- Tío -agarra la mochila, saca cuatro CD's y se los muestra a Nicolás-; mirá lo que traje para vos, son las cuatro sinfonías de Brahms y el requiem alemán... Excelentes versiones! -Nicolás hace un gesto de felicidad a su sobrina, Teresa se siente un tanto fastidiada-...

T- Vos no sabés, querida lo difícil que es todo para mí... Tengo 88 años y estoy sola... No tengo ni una sirvienta que me ayude...

M- Bueno abuela, pero lo tenés a Nicolás...

T- Sí, la verdad, yo no sé qué haría sin mi Nico, él me ayuda tanto, con la cocina, limpia la casa, lava la ropa, hace las camas, va a hacer las compras, hace trámites, el pobre sólo sale para eso... Y en realidad para qué otra cosa va a salir mi Nico... El siempre fue un chico muy especial, nunca tuvo amigos en el colegio, nunca hizo ningún deporte... era muy buen alumno, eso sí! Fue a la universidad y se recibió de abogado, con medalla de oro! pero nunca ejerció, nunca se casó, ni siquiera tuvo novia... Mis otros hijos eran tan distintos... Wieslaw, tu papá, y Wenzeslao jugaban al rugby en el BAC, y se casaron con chicas bien; Ladislao es el que más dolores de cabeza me trajo... no terminó el secundario, jugaba al fútbol, se juntaba con vagos y atorrantes, y a los 19 años se fue a vivir con esa negra de mierda, con la que tuvo 4 hijos, ahora por suerte le va muy bien con el campo y me mantiene, me pasa 3000 pesos por mes; tu papá, Wieslaw y Wenzeslao, me pasan mil pesos más cada uno, me alcanza para vivir, pero está todo tan caro... y yo tomo tantos remedios... No sabés como estaba tu abuelo el día que conoció a la tucumana esa, yo le dije; "Wieslaw; cambiá la cara, hacelo poro Ladislao", pero cada vez que pienso que esa negra tucumana de mierda está viviendo como una reina y yo no tengo una sirvienta, y vivo en un departamento del tamaño de su cuarto de servicio, me pongo nerviosa y me sube la presión... Ay ay! Dios mío, pienso que cuatro de mis nietos tienen sangre india... Ignacio parece Patoruzú; yo a ese no le veo uñas para guitarrero... Lucía y Joaquín son morochos pero ricos chicos, tienen rasgos europeos; y Tomi parece un polaquito; no sacó nada de la pata sucia... pero mejor ni pensar porque me hago mala sangre... Terminaste querida? Nicolás, levantá los platos, llevate la fuente y traé los piegori... - Nicolás se lleva todo y trae los piegori, sirve abundante cantidad a su sobrina y a su madre y muy poco para él, agarra el CD de la primera sinfonía y lo pone a andar, luego se sienta...

T- Ay Nicolás, esta música, me hace doler la cabeza, sacala por favor, sacala, sacala... -Nicolás no muestra demasiado interés en sacar la música.

M- Tío, podrías poner el cuarto movimiento, me gusta muchísimo! - Nicolás sonríe y pone el cuarto movimiento... Teresa respira profundo y pone cara de mucho desagrado...

T- Están ricos linda?

M- Sí abuela, están muy ricos!

T- No están fríos?

M- No, no, están re bien...

T- Querés ponerles crema?

M- No no, dejá, así están bien...

T- Nicolás, andá a buscar la crema para María... Querés que te caliente la crema?

M- No, pero no hace falta...

T- Nicolás, calentá la crema, pero que no hierva - Nicolás, va a la cocina, calienta la crema y la trae en una jarrita de vidrio...

M- Ay Nicolás! pero cómo vas a traer la crema en ese recipiente espantoso, andá y ponela en uno de porcelana, y volvela a calentar porque se va a enfriar... ay ay ay! este chico... - Nicolás hace todo lo que le ordena su madre y le sirve crema caliente a María sobre los piegori... inmediatamente después, saca el CD de la primera sinfonía y pone el de la segunda, al empezar a sonar el allegro non troppo del primer movimiento, Nicolás pone cara de éxtasis y mueve las manos siguiendo el compás de la música, su sobrina le guiña el ojo...

T- Nicolás! dejá de comportarte como un payaso y sacá esa música que quiero comer en paz... - Nicolás, afligido, pero no del todo, saca el CD y se sienta a la mesa... -Vos sabés querida, que cuando yo era un poco más chica que vos, y vivía en Varsovia, salíamos a caminar por el Vístula, mis hermanos y yo con mi nana... nosotros teníamos una institutriz francesa, y yo a los 15 años, hablaba perfecto, además de polaco; francés, inglés, italiano, alemán y latín, la Misa se daba en latín, y el cura estaba de espaldas, solamente se hablaba en polaco, cuando subía al púlpito para dar la homilía; así es como se debe dar la Misa, ahora lo que hacen es un mamarracho... Yo recibía mi Comunión todos los días en la capilla de mi casa, hacíamos tres horas de ayuno y todos los sábados a la tardecita, nos confesábamos en la parroquia, para ir el domingo a Misa en la catedral; las chicas polacas iban a Misa con un pañuelito en la cabeza, pero mis hermanas Clementina, María y yo, íbamos con traje y sombrero comprado en París; todos los años nos íbamos de vacaciones a Biarritz, y pasábamos dos semanas en París, y ahí hacíamos compras... y qué ropa! En cambio ahora... Mirate vos como estás vestida... con ese pantalón horrible y esa remera toda desteñida, y ese corte de pelo... parecés un marimacho querida! -silencio... Nicolás se para y pone la tercera sinfonía, la cara de Teresa se transfigura y se agarra el pecho con una mano...

T- Nicolás no me oíste; dije que no quería música...

M- Pero a nosotros nos gusta abuela, me encanta como empieza la tercera de Brahms, no te parece Tío?

T- Bueno! Pero no es el momento de escuchar música, estamos en la mesa; son reglas básicas de educación...

M- Pero la música es buena para la digestión... Además, no tenemos por qué seguir todas las reglas al pie de la letra

T- Cómo te equivocás querida... Uno debe saber comportarse siempre!

M- Disculpame abuela, con todo respeto... vos crees que esas cosas hacen a la felicidad?

T- Yo siempre quise lo mejor para mis hijos, los eduqué bien... pero nunca contradije a mi marido... aunque él no era de familia bien como yo; él era de Lodz y se vino a la Argentina con una mano atrás y otra adelante, pero logró hacer muchas cosas... teníamos una casa hermosa en Salvador María del Carril, con dos sirvientas, y un ama de llaves, teníamos además, una casa de veraneo en Miramar, y un campo de 700 hectáreas en Junín, con un casco diseñado por un paisajista holandés; pero a Wieslaw le fue mal en los negocios y lo perdimos todo, yo tuve que vender los muebles y las antigüedades de la casa de Salvador María del Carril, y con esa plata compramos este departamento, donde vivo ahora con Nicolás... Gracias a Dios, a mis hijos les va bien y me ayudan en lo que pueden... Yo voy a Misa y comulgo todos los domingos, y Nicolás viene conmigo, vamos a la basílica de San Antonio, y como yo no puedo caminar, vamos en remís, Nicolás me ayuda... Yo soy católica apostólica romana y creo firmemente en Jesús, y sigo sus enseñanzas, creo que hay que colaborar lo máximo que uno pueda, y eso implica sacrificio! privarse de cosas... yo, cada vez que voy a Misa, doy 50 pesos de mi jubilación, que es de 650 pesos... Nicolás pobrecito no trabaja, y no puede dar a la iglesia, pero yo rezo mucho por él y su salvación; y él y yo, todos los sábados a la tardecita nos confesamos, con Monseñor Soler, que viene a casa, y recibimos nuestra Comunión, todos los domingos... Querida te gustaron los piegori?

M- Sí abuela, estaban muy buenos! Pero pueno, como verás, seguir todas las reglas al pie de la letra no te garantiza la felicidad, vos siempre las seguiste, y por lo que vos misma contaste, tuviste tus idas y venidas a lo largo de tu vida...

T- Pero nunca perdí la compostura, el recato y el decoro! Ay Nicolás! sacá esa música querés... y levantá todo y traé el postre; servilo bien esta vez por favor... - Nicolás levanta todos los platos y las fuentes, los lleva a la cocina, y trae el postre de manzana con crema batida... Sirve gran cantidad a María y a su madre y un poquito para él...

T- Ay pero Nicolás! qué hiciste? esta crema... la batiste demasiado, parece crema chantilly -lo dice con acento francés muy afectado- la crema para el postre apenas se bate... Ay Dios mío!

M- Todo bien tío, está todo buenísimo...

T- No querida, no son así las cosas... Cuando yo vivía en Varsovia, teníamos 4 sirvientes y 4 sirvientas, un ama de llaves, un mayordomo, un cocinero y un ayudante de cocina, y cada superior, tenía la potestad de pegarle a un subordinado, si hacía las cosas en forma inadecuada, eso era disciplina! no había libertinaje! Mis hermanas Clementina, María y yo, salíamos de casa, vestidas como corrspondía a señoritas de nuestro rango, según la usanza francesa, y jamás, sin sombrero, y el cien por ciento, de los sombreros de mujer que había en mi casa eran comprados en Francia; mis hermanos Jaroslaw y Artur usaban chaqueta abotonada hasta el cuello, y todos usábamos guantes; a mi madre y a mi padre se les llamaba "madame" y "monsieur"; y a nuestra institutriz, le decíamos mademoiselle Polignac; en mi casa no se hablaba polaco, jamás, solamente francés, y nos pegaban con una varilla si entre nosotros hablábamos en polaco... Pero no te creas que no las pasamos... En el 39 vino la guerra y pasamos muchas privaciones... fue terrible, mi padre peleó en el frente; y cuando terminó la guerra, pudimos habernos quedado en Polonia, a mi padre le ofrecieron un cargo en el gobierno y una buena casa y auto con chofer en el régimen comunista, pero no estábamos de acuerdo y nos fuimos. Primero a Francia, y finalmente vinimos para acá, nuestra intención era ir a Norteamérica, teníamos parientes allá, pero mi padre creyó tener más oportunidades aquí. Cuando llegamos, frecuentábamos los círculos polacos y ahí conocí a tu abuelo... era tan buen mozo! El era inferior a mí en casi todos los aspectos, no tenía estudios. Sólo hablaba polaco y castellano a duras penas; pero era tenaz, quería progresar, y tenía un apellido muy bien para polonia, eso agradó a mi padre, y en octubre del 50, nos casamos... Tuvimos a Wieslaw a los nueve meses justos de nuestra boda, bueno, a decir verdad, ocho meses y 16 días, el embarazo se adelantó... 10 meses más tarde nació Estanislao, era un bebe precioso! rubiecito, muy lindo; en diciembre del 53, nació Wenzeslao, era largo y tenía el pelo oscuro, pero a las pocas semanas se puso rubio; en marzo del 55, nació Ladislao, que era coloradito... y finalmente, en enero del 58, nació Nicolás... Nico fue sin duda el más lindo de todos; parecía de esos bebes de película; todos mis hijos tienen ojos claros, dos son rubios, dos son castaños y uno es pelirrojo, pero Nicolás era bellísimo, cuando era adolescente, todo el mundo me preguntaba por qué no tenía ninguna novia... Wieslaw no lo entendía, él quería que hiciera deportes, que saliera con amigos... En el medio de su ignorancia quería hasta que jugara al fútbol; para mí era denigrante que un hijo mío jugase al fútbol, me parecía horroroso que Ladislao lo hiciera. Nicolás siempre fue muy tímido y retraído... nunca le conocí amigos, ni uno solo, él vivía para el estudio, para leer, para tocar el piano, para escribir poesía, para acompañarme a Misa, a tomar el té y a jugar al bridge con mis amigas... Nicolás, levantá todo, lavá y serví té! - Nicolás recoge todo lo que hay en la mesa, lava los platos limpia la cocina y sirve té; luego pone el CD con la cuarta sinfonía...

M- La cuarta sinfonía! mi favorita... al principio lo era la segunda, pero ahora estoy enamorada de la cuarta, en tonalidad menor, con una construcción clásica, es integralmente una maravilla, pero lo mejor es el final... Vos que oopinás tío? - silencio...

T- Yo lo tomo sin azúcar... En qué estaba? a sí... Con tu abuelo hablábamos en polaco, yo nunca lo contradecía, y jamás me metí en sus negocios, a tal punto, que al morir me dejó en Pampa y la vía... Pero en una cosa me impuse... No quise que mis hijos hablaran polaco, no me parecía adecuado, no dejé que les enseñara, yo les hablaba en francés y en el colegio, aprendieron inglés y alemán... Nicolás también habla a la perfección italiano, latín, griego, portugués y ruso. Wieslaw, les hablaba en castellano, que al fin y al cabo les servía para el colegio, y para comunicarse con los negros de acá... Ay, se me pasó la hora de la pastilla... Nicolás! traeme el pastillero y un vaso de agua...- Nicolás le trae el pastillero y un vaso con agua...

T- y decime Mary... Vos no tenés novio...

M- No no, yo no...

T- Y ese chico amigo tuyo, tan lindo y bien educado; cómo es que se llamaba...

M- Agustín...

T- Sí, ese, Agustín von Sievebrück, era?

M- No, no, es Augustin von Reichenau, Augustin Maria von Reichenau-Ferenczy, él nació en Viena, pero es descendiente de húngaros...

T- Cierto! von Sieverbrück era mi bisabuela de San Petersburgo, Ludmila von Sieverbrück, ella era preceptora de los hijos del zar... -muy fastidiada- Ay Nicolás! sacá esta música, me van a volver loca... -Nicolás saca la música... - La verdad, qué bien que quedaría María von Reichenau-Ferenczy... Es un candidato excelente para vos...

M- No no! abuela, yo no estoy interesada en tener novio por el momento, y Agustín tampoco está interesado...

T- Además es un chico de muy buena familia; si mi padre lo conociera estaría contentísimo...

M- Bueno abuela, me voy yendo, tengo que estudiar...

T- querida, por qué no dejás esa locura del canto, y estudiás algo más acorde a una chica como vos...

M- me gusta mucho el canto abuela... y tengo aptitudes...

T- Nicolás tenía aptitudes enormes para la literatura, tengo guardados poemas de él que son maravillosos, pero a mí me parecía que tenía que estudiar derecho, y se recibió de abogado con medalla de oro... Bueno querida, vamos a rezar el rosario... Nicolás vení... - Nicolás pone el requiem alemán...

T- No! así no se puede! nosotros somos católicos apostólicos romanos, y esto que acaba de poner Nicolás está basado en la biblia de Lutero y es en alemán, además vamos a rezar el rosario, y eso no se debe hacer con música, y mucho menos música pagana...

M- A mí me parece bárbaro! me parece excelente música para un acto de recogimiento, y no es música pagana; dejalo tío... - Todos empiezan a rezar el rosario...



Augustin von Reichenau, Buenos Aires, 6 de abril de 2008.

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