domingo, 1 de abril de 2007

Sassa



Prólogo:

BASTIEN
En el siglo XIII, una familia de orígenes inciertos, se establece al oeste del reino de Polonia-Lituania, actual voivodato de Poznan, Polonia; esta familia, de nombre Wasa, pronto se convierte en una de las más poderosas de toda Polonia-Lituania, mediante el matrimonio de uno de sus miembros con la princesa heredera del reino de Polonia-Lituania y posteriores uniones con nobles del más rancio abolengo de Sajonia, Prusia, Bohemia, Hungría y Austria. Durante cinco siglos, los Wasa, fueron una nobilísima familia polaca, emparentada con toda la realeza centroeuropea y fervientes defensores de la fe católica romana.
A mediados de siglo XVIII, la guerra de los siete años, hace desaparecer al otrora grandioso, ahora debilitado reino de Polonia y sus voivodas buscan nuevos aliados. El voivoda de Poznania; Sigmundo Wasa, resuelve darle la espalda a Polonia, y se convierte al protestantismo luterano, aliándose con el rey Federico II "el Grande" de Prusia, conviertiendo su voivodato, en el principado prusiano de Posen. Contrae matrimonio con la hermana del rey, la princesa Sofía Guillermina de Hohenzollern y cambia su nombre por el de "Príncipe Sigmundo von Schloss-Hohenzollern", con el fin de sonar más alemán. En 1743 nace el primogénito de los flamantes príncipes de Posen, quien es bautizado con el nombre de Federico Sebastián Sigmundo Guillermo Augusto von Schloss-Hohenzollern. La adversa fortuna quiso que el príncipe Sigmundo muriera antes de que el niño cumpliera su primer año de vida, por lo que el cuidado del príncipe de Posen, entonces un bebe, quedó al mando de instructores franceses, italianos, prusianos e ingleses, El joven príncipe, al llegar a su adolescencia se convirtió en el favorito de su tío, quien al no tener descendencia, tenía intención de nombrarlo príncipe heredero de Prusia. El príncipe Federico Sebastián se convirtió en un jovencito de aspecto delicado con un aire afectado y excéntrico. Era muy inteligente, hablaba indistintamente alemán, francés, italiano, inglés, griego y latín, sabía de Historia y Geografía universal, así como de ciencias naturales. Se interesaba por la Filosofía y le fascinaban la Literatura, el Teatro y la Música, conoció a los hijos de Johann Sebastian Bach, viajó a Viena, Praga, Budapest, Milán, Venecia, Florencia, Roma, Nápoles, Munich, Mannheim, Salzburgo, Frankfurt, París y Londres, donde conoció a los grandes intelectuales del iluminismo, literatos como Goethe, los mayores artistas y músicos de la época: Gluck, Haydn, Mozart, Salieri, Cimarosa y Paisiello. Sin embargo nunca se interesó demasiado por la política. A los 21 años de edad, en contra de sus deseos más íntimos, tomó una decisión que sería beneficiosa para su familia y para el reino de Prusia, se casó con su prima Ana, la hija del Príncipe Elector de Sajonia, las relaciones de Federico Sebastián con Ana de Sajonia, fueron siempre muy frías, pero ella tenía el abolengo necesario para proporcionarle dos herederos: uno para Posen: Federico Guillermo -se estableció como tradición en la familia que todos los primogénitos varones se llamasen Federico, en honor a Federico el Grande- y el otro Luis Otón, para Prusia, fue quien sucedió a Federico el Grande.
Durante los 150 años siguientes, los príncipes de Posen siguieron afianzando su posición de privilegio en Prusia y Europa Central, mediante matrimonios de su primogénitos con nobles de las más ilustres casas reales y principescas de Europa, así, Federico Guillermo, hijo de Federico Sebastián, casó con Guillermina de Orange, hija del rey de Holanda, su hijo, Federico Luis, casó con Juana de Dinamarca, su hijo Federico Otón, casó con Brígida de Suecia, su hijo Federico Guillermo II, casó con Ana de Hannover, nieta de la reina Victoria de Inglaterra. En 1910, nace en Posen, el príncipe Federico Walther, hijo de Federico Guillermo II y Ana de Hannover, quien dará un vuelco radical a la historia de esta noble familia.
Federico Walther es llevado a muy temprana edad a Londres, la ciudad de su madre, en 1914, su país; el Imperio Alemán y Gran Bretaña, entran en guerra, para ese entonces el pequeño príncipe era un juguete muy valioso que peligraba entre esas grandes potencias, es en ese mismo año, que sus padres, deciden llevar al niño de 3 años a un país neutral, un lugar lejano que parecía prometer mucho. A fines de 1914 la familia Schloss-Hohenzollern, que durante más de siete siglos había sido la familia señorial de Poznania, llega al puerto de Buenos Aires.
Los príncipes de Posen, ni bien llegan a la Argentina, alquilan una gran quinta en el barrio porteño de Belgrano, al año siguiente compran un petit hotel en el barrio de la Recoleta, pronto el príncipe Federico Guillermo II, se entera de lo conveniente que es invertir en las inmensas extensiones rurales de este país. Y se desata una fiebre compulsiva, compra campos en Pergamino, en Ayacucho, Balcarce, Tandil, Otamendi, Tres Arroyos y Bahía Blanca; entre 1914 y 1919, la familia Schloss-Hohenzollern residirá en la Argentina, entre Buenos Aires y sus estancias, para el niño Federico Walther, el contacto directo con el campo pampeano a tan temprana edad, le dejará un recuerdo inborrable que perdurará en toda su vida y en las generaciones venideras. Acabada la "Gran Guerra" en Europa, los Schloss-Hohenzollern resuelven que es tiempo de volver al viejo continente, pero ya no a su "Schloss" de Posen, que por entonces formaba parte del nuevo estado polaco y todos los alemanes habían sido expatriados, sino a Londres, donde los Schloss-Hohenzollern, serán príncipes sin principado.
Durante la década de 1920, estos aristócratas residentes en Londres, viajan por toda Europa, viviendo el furor de una sociedad desesperanzada y decadente., en este clima despreocupado y de inminente catástrofe, el joven príncipe Federico Walther, se convierte en un hombre de negocios y de mundo, era osado, gustaba de los placeres y la buena vida, arriesgado y vehemente, con un atractivo físico interesante y uno económico muchísimo mayor, hacía suspirar a todas las damas de cualquier salón donde entrase. Este joven atrevido, tenía algo en común con aquel príncipe de Posen, del siglo de las luces; Federico Sebastian, su amor incondicional por la música, pero al contrario que aquel prusiano hedonista y enfermizo, este era un hombre con los pies muy puestos sobre la tierra. era muy conciente de su rango y de su fortuna, pero también lo era de que ya no podía seguir viviendo como lo habían hecho sus antepasados, el mundo cambiaba vertiginosamente y era urgente tomar medidas para preservar y multiplicar la fortuna acuñada desde la baja edad media por aquellos voivodas polacos. Era menester "mezclarse" con la burguesía, interesarse en la política, jugar un juego que los aristócratas habían dejado de lado hacía ya mucho tiempo. El joven Federico Walther, estudió derecho en Oxford, pero también se interesó mucho por la música, conoció a los mayores compositores y directores de orquesta de su tiempo, estuvo en Viena, en Berlin con Wilhelm Furtwängler y Erich Geissler, en Munich y Dresde con Richard Strauss, Erich Korngold y Paul Hindemith, en Londres con Thomas Beecham y Fritz Reiner, Igor Stravinski y Bela Bartok. De todos ellos aprendió teoría musical, composición, estuvo en contacto con Lauritz Melchior, Frida Leider, Lotte Lehmann, Rosa Raisa, Claudia Muzio, Fedor Chaliapin, y más tarde con Alexander Kipnis, Richard Tauber, Herbert Janssen y Kirsten Flagstad, a mediados de los años 1930, se había convertido en un hombre de negocios y al mismo tiempo un sibarita cultural, y se propuso conciliar ambos aspectos creando una compañía discográfica, la más importante del mundo, era menester firmar contratos de exclusividad con los artistas más famosos.
La llegada al gobierno de los nazis en 1933 en Alemania, no pareció al principio un gran obstáculo para los planes comerciales de Federico Walther, que contaba entonces 23 años de edad, pero mientras en el III Reich se veneraba a Wagner, Beethoven y Bruckner, muchos artistas eran censurados y tantos otros se iban de Alemania voluntariamente, en 1937 Federico Walther conoce en Berlín a una hermosa joven, nacida en un pequeño pueblo del antiguo principado de Posen, llamado Jarotschin, esta joven prusiana, hija de un profesor de la universidad y una cantante lírica, vivía con sus padres en la capital alemana, no era solamente una beldad según los parámetros del nacionalsocialismo, sino una mujer muy inteligente, dispuesta a lo que sea, con tal de llegar muy alto, en 1935, con tan sólo 20 años de edad, se afilió al partido nacionalsocialista y formó parte de la juventud hitleriana, algunos dicen que fue una "Führerin", e incluso más cosas. El caso es que Federica Isabel Sschwarzkopf, una soprano ligera que se habría paso en la Alemania nazi, vio su gran oportunidad en este joven noble y extremadamente rico. A finales de 1938 se casaron en Berlín y en julio de 1940 nace en esa misma ciudad el príncipe Federico Guillermo III von Schloss-Hohenzollern. Sus negocios hicieron a Federico Walther, irse a Londres, al declararse la guerra entre la Alemania de Hitler y Gran Bretaña, pero por alguna extraña razón, la "princesa Federica" y su hijito, se quedaron en Berlín hasta 1945, estos fueron años muy duros para la madre y su hijo, al que marcaron indefectiblemente. Una vez acabada la guerra, volvieron a verse Federica y su marido, ahora en Viena, donde ella cantaba con Karl Böhm, fue ahí cuando el pequeño Federico Guillermo III, conoció a su padre.
Federico Walther estuvo por toda Europa buscando talentos para engrandecer su gran compañía durante 4 años, finalmente en 1948, la familia vuelve a establecerse en Londres, donde Federico Walther, funda su propia orquesta, que en adelante dará mucho que hablar y llegará a estar entre las mejores del mundo. Los años 1950 fueron los años de oro para estos príncipes errantes, radicados en Londres; facturaban millones y no dejaban de llenar sus arcas con maravillas que sorprendían al mundo como una greco-norteamericana que además de haber adelgazado 40 kilos en un año, cantó desde Gilda hasta Brunilda, una soprano lírica española, que era la finura hecha música, grandes tenores italianos, alemanes y suecos, un bajo búlgaro, que venía a ser el sucesor de Chaliapin, los "Donizetti y Mahler Renessaince", tres divas wagnerianas que venían a ser las sucesoras de Kirsten Flagstad, un director de orquesta austríaco, que parecía dispuesto a cualquier cosa para alcanzar la cúspide y por supuesto la misma Federica Schwarzkopf, que de soubrette, se había convertido en la soprano lírica alemana más versátil de todos los tiempos, gran intérprete mozartiana, straussiana y liederista.
Paralelamente el joven Federico Guillermo III era extremadamente raro, le huía a todo contacto con sus semejantes, era tímido, no servía para los negocios, su carácter era enigmático e imprevisible, parecía que sólo su madre podía llegar a él y aún para ella representaba un gran problema, educado desde los 9 años en los más exclusivos colegios para los jóvenes aristócratas británicos, cuando terminó la escuela secundaria, no hizo caso al deseo de su padre de estudiar derecho, para perpetuar la inmensa fortuna familiar y estudió Química, cosa que jamás puso en práctica. La gran pasión de Federico Guillermo III era la música, deseaba ser un director de orquesta, pero no un Furtwängler, ni un Karajan, que querían abarcar un amplísimo repertorio, y ganar mucho dinero, él no lo necesitaba, y sólo quería hacer lo que le diera placer. Su modelo a seguir era Erich Geissler, un austríaco que se había exiliado en la Argentina y nunca había vuelto a Europa, y aprovechaba las propiedades de su familia en este país para ir la mayor cantidad de veces posible y contactar al genio exiliado, también lo eran August von Reichenau, entrañable amigo de Richard Strauss, y Rudolf Kempe. un joven director, cuya suerte había sido muy dura y ahora era el titular de la "Capilla del estado Sajón" en Dresde, en la recientemente formada República Democrática de Alemania. Así durante los años 1950 y 1960, Federico Guillermo III, transitó el camino que lo llevaría a convertirse en el más enigmático de los grandes Directores de Orquesta de todos los tiempos.
Los años 1960, marcaron radicales cambios; la todopoderosa empresa de Federico Walther, se vio envuelta en problemas, sobre todo con Karajan, y el príncipe terminó por dimitir de su puesto, conservando el paquete mayoritario de acciones e invirtió en otras discográficas, convirtiéndose en un oscuro oligopolio, manejado únicamente por Federico Walther; su nombre no figuraba ahora en todas partes, pero su fortuna no paraba de acrecentarse. A principios de la década de 1970, Federica Schwarzkopf se retira definitivamente del la ópera. con su personaje más famoso: La Mariscala, en El Caballero de la Rosa, de Richard Strauss. Al mismo tiempo el enigmático Federico Guillermo III, deseaba hacer un gran debut discográfico, pero esto le era casi imposible, ya que su padre, quien manejaba la industria discográfica mundial, no tenía confianza en él y se opondría en cualquier circunstancia. Finalmente siguió el consejo de su antiguo mentor Erich Geissler y se decidió empezar por una obra muy popular para el público alemán: "Der Freischütz" de Carl Maria von Weber. en 1973, viajó a Dresde, donde con la ayuda de su amigo, Rudolf Kempe, logró una audición para dirigir el preludio y el coro de los cazadores ante los directivos de la "Deutsche Schalplatten Berlin" -la compañía estatal discográfica de Alemania Oriental-, finalmente le fue concedida la audición en la Lukaskirche de Dresde, con la "Staatskapelle" -Capilla nacional del estado sajón-, el impacto fue tan positivo, que se le concedió al joven director grabar la ópera completa con la Staatskapelle Dresden, y se puso a su disposición los mejores cantantes de Alemania Oriental, y Rudolf Kempe, sugirió para el papel de la Agathe, a su propia hija, que vivía en Viena y estaba haciendo carrera como soprano lírica en todo el mundo germanoparlante. El éxito del Freischütz de Dresde fue tan rotundo, que no tardó en llegar la versión en forma pirata a occidente y varios sellos discográficos quisieron comprar los derechos a la Deutsche Schalplatten Berlin, cuando Federico Walther, se enteró que había sido su propio hijo quien había dirigido la ópera, se enfureció y dijo que de ninguna manera sería editada. Sin embargo recibió una llamada telefónica de un antiguo amigo suyo, a quien respetaba mucho: Rudolf Kempe, quien le incitaba a darle una oportunidad a su hijo. Kempe, era el ejemplo de un hombre bondadoso, justo, recto y un gran artista, se rehusó a afiliarse al partido nazi, así como también a denunciar a los músicos judíos, lo que le valió que lo enviaran al frente en Rusia, donde fue tomado prisionero, vio su ciudad natal: Dresde, destruída por la guerra, se casó con una soprano de Frankfurt, residente en Viena, conocida de Federica Schwarzkopf y en 1945 tuvieron una hija. en los años 1950, los músicos de la Staatskapelle Dresden, lo votaron Kapellmeister titular, y aceptó el rango, pero su mujer y su hija vivían en Viena, él estaba la semana en Dresde e iba a verlas el fin de semana, Rudolf fue para Federico Guillermo III, una imagen paterna más agradable que la propia.
En cuanto a su hija Sofía, una soprano lírica con gran potencial, aprovechó todo lo que tenía a su alcance, un padre director de orquesta, una madre cantante y vivir en Viena en los años 1950 y 1960, tomó clases magistrales con las más importante sopranos de la época, debutó en 1966 a los 21 años, en el papel de Cherubino en las bodas de Figaro de Mozart, dirigida por Karl Böhm, con el gran barítono austríaco Walter Berry en el papel de Figaro y la espectacular soprano española Victoria de los Angeles, en el papel de la condesa, empezó cantando papeles de travesti y de soprano lírica, luego, lírica spinto, luego spinto, mujer de gran belleza y refinamiento, su repertorio operístico fue amplísimo, asimismo cantó música sacra y Lieder, su papel más importante fue el de La Mariscala, pero cantó tanto repertorio alemán, como italiano, contemporáneo y repertorios eslavos, se retiró en 2003, a los 57 años de edad cantando Isolda en la ópera de Viena.
En 1977 muere Federico Walther, quedando el gran imperio discográfico, en manos de un lírico enigmático, excéntrico y caprichoso. Federica Sschwarzkopf, que daba recitales, decide retirarse definitivamente del canto, al año siguiente, Federico Guillermo III, quien nunca mostró predilección por las mujeres, decide casarse y tener un hijo, por circunstancias que nunca se terminarán de esclarecer, y toma por esposa a la entones famosa soprano Sofía Kempe, una joven de gran corazón, que a sabiendas de la condición de su futuro esposo, accede a esta unión. Los motivos por los cuales Sofía Kempe se casó con el príncipe de Posen, fueron otro enigma ¿Ambición? ¿Deseo de ser Madre? ¿Deseo de reafirmar su amor propio?
El 7 de enero de 1984 nace en Berlín Occidental, el Príncipe de Posen Friedrich Sebastian Wilhelm von Schloss-Hohenzollern -Federico Sebastián II- hijo del príncipe de Posen Federico Guillermo III von Schloss-Hohenzollern y Sofía Kempe.
GUSTL
El 17 de enero de 1984, nace en Viena, Friedrich Maria Augustin Ferdinand Franz von Reichenau, hijo del barón Friedrich von Reichenau y la doctora en bioquímica Ana Széll. El padre del niño, es un director de orquesta vienés, presidente de la asociación Mozarteum. Hijo de un gran director de orquesta vienés; August von Reichenau, hijo ilegítimo de una baronesa llamada Augustine von Reichenau, quien fue intendente de la ópera de Viena, y un archiduque; y de una soprano vienesa, hija de un suizo y una alemana; Anna Maria della Casa. La madre del niño ha nacido en Buenos Aires, y es hija de un bioquímico húngaro, dueño de un importante laboratorio farmacológico; György Széll y una austríaca nacida en Salzburgo, hija de un gran director de orquesta vienés que fue titular de la ópera estatal de Berlín, puesto del que dimitó en 1935, por el arribo de los nazis al poder, este director, llamado Erich Geissler, educado en Praga, casó con Konstanze von Friedl, una salzburguesa de familia aristocrática, emigró con su familia a Buenos Aires, donde vivió hasta el fin de sus días, su hija mayor nacida en Salzburgo: Hilde Geissler von Friedl, es Doctora en Teología, Filosofía y derecho Canónico, es el sostén espiritual de la familia Széll-Geissler von Friedl , asimismo, a hija mayor de ésta y György Széll , Ana es bioquímica, quien al acabar sus estudios en la Argentina fue a hacer un doctorado a Munich, donde conoció a Friedrich von Reichenau y casó con él. Por vía paterna Augustin tiene una prima: Marianne, 20 días menor que él, hija de su tía Maria. por vía materna tiene 6 primos.
Augustin nació y vivió hasta los 5 años en Viena, cuando sus padres se divorciaron y la madre volvió con el niño que no sabía hablar castellano a la Argentina.












































Capítulo I:
Los primeros días de marzo de 1989, empiezan las clases en el Kindergarten de la Goethe Schule de Belgrano. Sofía Kempe vive desde 1986 con su hijo Federico Sebastián II, al que simplemente se lo llama Sebastián, en una gran casa en la calle Melián, entre Sucre y Echeverría, la casa hecha por la nueva princesa de Posen, ocupa toda la manzana, con excepción de la esquina de Melián y Echeverría que es la casa de la princesa Federica. Federico Guillermo III, vivía en Suiza, lejos de su familia y visita la Argentina cada tanto, pero se queda en su petit hotel de Recoleta. Sofía Kempe, luego de haber hecho gran carrera como soprano lírica en los principales teatros de Europa y Estados Unidos, se ha "retirado" parcialmente del mundo de la ópera, para dedicarse al cuidado de su hijito, viajando ocasionalmente para cantar. Sofía y Sebastián viven de forma relativamente austera, todo el servicio doméstico, se reduce a Casilda, una mucama uruguaya de 40 años, que vive con ellos, una paraguaya, llamada Bienvenida, que va todos los días a las 7 de la mañana y se va a las 4 de la tarde, y ayuda a Casilda, el jardinero Dalmiro, que va todos los días, y un matrimonio de caseros, Ramón y Matilde. Sofía, es una belleza un tanto híbrida, prevalece en ella la parte sajona, es muy alta, rubia con un tinte rojizo, pelo por los hombros, tiene boca pequeña, los pómulos altos y los ojos azules oscuros, ligeramente rasgados, algunos dirían que parece eslava, hipótesis para nada descabellada, ya que su padre en Dresde, pudo haber sido nieto de algún eslavo. De su madre suaba, no tiene más que el color un tanto rojizo de su pelo. Un rasgo distintivo de la princesa de Posen es su austeridad y buen gusto, adquiridos sin duda en Viena, su ciudad natal. Es una mujer extremadamente sencilla, en absoluto afectada, tampoco tiene aire aristocrático -de más está decir que ella no es una mujer proveniente de la aristocracia-, contrariamente a su suegra, la princesa Federica, que si bien tampoco es una aristócrata de nacimiento, tiene todas las afectaciones propias de una dama noble. Sofía es una mujer encantadora, muy hermosa, fina, pero no refinada, muy educada e inteligente y con un corazón muy noble, tiene la frialdad típica de los alemanes, pero es al mismo tiempo extremadamente fiel, además ella hace bien absolutamente todo lo que hace, desde cantar, más de 50 roles de todos los repertorios operísticos, hasta contarle un cuento para dormir a su hijito o cocinar unos Wiener Schnitzel. Nunca tiene problemas con nadie, es al extremo diplomática y tolerante; por alguna extraña razón, existe cierta empatía entre Sofía y el enigmático Federico Guillermo III.
El pequeño Sebastián, llamado por su abuela Bastien, Basti por su madre y también Blonchen o Blondi, es un niño muy lindo, es pequeño y magro, de piel blanca como el marfil, con mejillas rosadas, con algunas pequitas, su rostro se parece más al de su padre y al de su abuela paterna, que al de su madre, aunque también tiene cosas de esta. A los cinco años de edad, el color de su pelo es rubio, casi blanco, de ahí el apodo "Blonchen o Blondi" -rubiecito, en alemán-, el color de sus ojos es igual que su madre, azul oscuro, pero no los tiene rasgados como esta. Si bien su lengua materna y el idioma que se habla en su casa es el alemán, Bastien, entiende y habla muy bien castellano. Su carácter es raro, menos enigmático y más osado que su padre, es un chico frágil y muy sensible, se parece mucho a su ancestro Federico Sebastián I, a los cinco años ya conoce todas las letras del abecedario, sabe contar hasta mil y hacer algunas cuentas, le encantan los cuentos, su favorito es el de Blancanieves y los siete enanos, todas las noches, su mamá le cuenta un cuento, y él siempre le pide Schneewittchen "Blancanieves", le pide a su mamá que le cuente sobre el maravilloso castillo de Neuschwanstein, ella le dice, que él un día tendrá en Posen, la tierra de sus antepasados, un castillo tan hermoso como Neuschwanstein. Bastien ama también la música, sabe cantar y tocar el piano.
En la casa de al lado vive su abuela, la princesa de Posen Federica Isabel Sschwarzkopf von Schloss-Hohenzollern, Esta es una mujer de armas llevar, fue hermosísima en su juventud, y a los 71 años lo sigue siendo, ha sido una estrella, la indiscutible "Feldmarschallin" de todos los tiempos, su fisonomía es perfectamente proporcionada, es una mujer relativamente alta, otrora rubia, ahora canosa, con hermosos ojos azules y facciones muy finas, una auténtica prusiana, algunos la comparan con aquella princesa Sofía Guillermina de Hohenzollern, al menos es así como le gustará imaginarla a su nieto. Con ella viven su dama de compañía: una checa llamada Emilia a la que le dicen Milka, su ama de llaves entrerriana llamada Helga, descendiente de alemanes del Volga, un mayordomo húngaro, Lászlo, una "Kammerzofe" polaca; Sabine, su chofer; Roberto, su cocinero André y su capellán, el pastor David Wörbach con su mujer Gertrud y su hijo Thomas. la "princesa Federica" no es una aristócrata de nacimiento, pero toda su vida se ha esforzado por parecerlo, hasta en las óperas que ha cantado, donde siempre ha representado muy bien, el papel de dama noble.

Capítulo II:
Sofía tenía una posición de privilegio en Europa, era ciudadana ilustre de Viena, Munich y Berlín; y "Kammersängerin" (Cantante de cámara) en los teatros de ópera más importantes de esas ciudades. Sin embargo, luego del nacimiento de su hijo, tomó la desición de apartarse rotundamente de todo ese mundo. Su propia madre, Irmgard Seefried, nacida en Frankfurt, era una de las más ilustres ciudadanas de Viena y la más famosa estrella de la ópera del estado. Luego de haber hecho brillante carrera en los años 1970; cantando desde Mozart hasta Wagner, pasando por Weber, Beethoven, Mahler, Richard Strauss, Johann Strauss, Lehár, Schubert, Schumann, Mendelssohn, Wolf, Grieg, Brahms, Humperdinck, Bach, Haydn, Gluck, Korngold, Schönberg, Verdi, Mascagni, Leoncavallo, Puccini, Tchaikovsky, Smetana, Dvorak, Janacek y Britten, en los principales teatros y salas de concierto del mundo, tenía una extensa discografía y filmografía y había ganado los más importantes premios del canto lírico; en 1986 decide irse de Europa con su hijito, el lugar que eligió esta "princesa de Posen", fue otra vez Argentina, no sólo por las propiedades de su marido en este país, sino por su propia experiencia en el teatro Colón a fines de los años 1960 y principios de los 1970; encontró a la sociedad argentina, muy hospitalaria y tenía un espíritu que le gustaba para vivir y que creciera su hijo. A esto se sumaba lo insostenible de la relación con su marido, ambos se querían y admiraban mutuamente, pero no se amaban como marido y mujer, y ninguno de los dos era partidario de mostrarle al pequeño Sebastián, una farsa. Las circunstancias no podían ser mejores para Sofía, disponía de muchísimo dinero y muchas propiedades por toda la Argentina, su suegra Federica, estaba radicada en Buenos Aires, desde la muerte de su marido. En febrero de 1986 llegan la madre con el hijo a Buenos Aires y viven un tiempo en casa de Federica, mientras se construía la gran vivienda para Sofía y Sebastián en Belgrano R. Los príncipes de Posen tenían un hermosísimo petit hotel completamente desabitado en lo mejor del barrio de la Recoleta, pero a Sofía le gustaba mucho Belgrano R. Para mediados de 1987 la casa de Melián estuvo lista y Sofía y el pequeño Sebastián se mudaron a ella, a pesar de ser enorme y bellísima, ambos vivían con bastante austeridad. El idioma no fue un problema grave para Sofía, ya que en Viena, había aprendido español, y tenía bastante facilidad para los idiomas, en cuanto a Sebastián, en el ámbito doméstico se le hablaba casi siempre en alemán, pero aprendió enseguida el castellano y a los 4 años era un "porteñito gringo". Ni bien llegó a Buenos Aires, Sofía recibió una lluvia de ofertas laborales relativas a lo musical, pero ella se limitó a cantar una o dos veces al año en Buenos Aires o La Plata y dar algunas clases.
En cuanto a la inserción del pequeño Sebastián en la sociedad porteña, fue muy satisfactoria, el niño, avispado, simpático e inteligente, en seguida acaparó la atención de adultos y niños, él iba a un colegio de la comunidad alemana, pero estaba en contacto con todo tipo de gente, pronto se hizo de un grupito del cual llegó a ser el líder, este grupito lo integraban: una chica de su edad, muy linda, quien todo el mundo decía que era su novia, y hasta ellos lo creían , su nombre era Catalina d'Argenteau, venía de una familia acomodada del barrio de Belgrano y vivía con sus padres y su hermano menor en una linda casa frente a la suya; otro de los integrantes del grupito era un niño de tradicional familia alemana, su nombre: Harald von Wolfenbüttel, era un chico muy delicado, rubio, de ojos color miel, bastante afectado y llorón, era como "la florcita" del grupo. Otra era una hermosa chica rubia muy alta, de ascendencia polaca: María Poniatowski, esta chica que vivía en Villa Devoto, era una especie de Walkyria, aguerrida, sucia, le gustaba revolcarse por el piso, jugar a la pelota o a la lucha con los varones, gran deportista, muy malhablada y de temperamento masculino. El último de los integrantes del grupito era un chico grueso y moreno, llamado Federico Hagen, descendiente de bávaros por parte paterna y italianos toscanos por parte materna, era un chico rudo, muy viril, no vacilaba el irse a las manos con cualquiera, parecía no tener miedo a nadie, además de esto era muy simpático y caía bien a todo el mundo.
En este grupito, el líder indiscutido era Sebastián, quien con su altanería designaba los roles a cada uno, muchas veces querellaba con Catalina, provocaba a Harald, injuriaba a María y luego se reconciliaba y tenía como su guarda espalda personal al fortachón Federico, él demostraba a todos su rango y distinción, siempre el tema de conversación lo imponía él, al igual que los juegos y aventuras, él decía si se hablaba en alemán o español e imponía severos castigos, era obligatorio besarle la mano, reverenciarlo, y hasta arrodillarse, se lo llamaba "Gnädigste Höheit" -Alteza Nobilísima-. Al mismo tiempo, este prusiano altanero, suscitaba antipatía en otros sectores, pero, fueron años felices para el jovencísimo príncipe de Posen.
Estos cuatro chicos, acompañarían a Bastien en su niñez y adolescencia, a quien llamaban en la intimidad "Basti" o "Blondi", y fueron sus compañeros del Kindergarten, y lo serán de la "Grundschule" y "Gymnasium" .

Capítulo III:
¿Quien dijo que en el sufrimiento no hay regocijo? ¿No hay en él también esperanza, anhelo, amor, deseo de redención?
Así se podría describir los primeros acordes del preludio de Tristán e Isolda. A continuación se presentará un personaje que encarna en parte el deseo del maestro de Leipzig "Ya que nunca he podido gozar de las delicias del amor, quiero construir el mayor y más hermoso monumento en su honor".
"Gustl" encierra una multiplicidad de conceptos, que serán los pilares fundamentales de esta obra: "Traurigkeit" -tristeza-, "Schmerz" -dolor-, "Shuldigkeit" –culpabilidad-, "Unermesligkeit" -inmensidad-, "Träumen" -sueños-, "Nacht" -noche-, "Tod" -muerte-, "Verlangen" -anhelo-, "Religion" -religión-, "Philosophie" -Filosofía-, "Musik" -música-, "Kunst" -arte- "Gesamtaufkunst" -arte total-, "Hofnung" -esperanza-, "Freundschaft" -amistad-, "Treue" -lealtad-, "Schönheit" -belleza-, "Seele" -alma-, "Körperigkeit -corporeidad-, "Wunsch" -deseo- y "Liebe" -amor". Todos estos conceptos interactúan y se fusionan entre sí.
"Gustl" es un apodo muy típico en Austria para el nombre August, aunque también sirve para Augustin, muy poco común en los países germanoparlantes. Ana Széll, nacida en Buenos Aires, recibió en su niñez y adolescencia una fuerte formación católica, por parte de su madre, una erudita en cuestiones teológicas. Ana Széll es sin duda una mujer interesantísima desde muchos puntos de vista, argentina, hija de un húngaro y una austríaca, mujer agudísima, muy práctica y científica; no hay que desmerecer sin embargo su atractivo físico, el cual es inmenso y exótico, este atractivo se lo transmitió a su hijo, que podría ser posiblemente el mancebo más hermoso que existe, belleza, tanto la de la madre como la del hijo que trasciende con creces la corporeidad, es una belleza muy profunda y no siempre comprensible, pero es sin duda la más legítima. Ana Széll es una mujer de cabellos oscuros, ojos almendrados color azul turquesa, rasgos magiares, piel muy blanca, alta, delgada, pero de contextura grande, voluptuosa, con un aire a la vez elegantísimo y salvaje, muy piadosa y al mismo tiempo muy científica. Luego de vivir 5 años en Munich, donde se doctoró en Bioquímica y entró a trabajar en una importante firma farmacológica, conoce en Innsbruck a Friedrich von Reichenau, un "playboy" de la baja aristocracia austríaca, director de orquesta medianamente conocido, especializado en Mozart, Haydn y repertorio alemán clásico, presidente del Mozarteum y director titular de la orquetsa de esta entidad. El matrimonio entre ambos en 1981, fue en extremo agradable para György Széll y su esposa, Hilde Geissler, tras el nacimiento de Friedrich Maria Augustin Ferdinand Franz von Reichenau, llamado Augustin, o Gustl, la familia se establece en una lujosa residencia en la zona del Upper Belvedere en Viena.
Gustl vivió los primeros cinco años de su vida en Austria, y lo marcaron enormemente, su mejor amiga, era su prima Marianne Greindl, hija de su tía Maria von Reichenau y su marido, Erich Greindl, una chica muy chispeante y compañera de su primo. Este, un niño desde su nacimiento hermosísimo, tenía el pelo color rubio ceniza, los mismos ojos en forma de avellana, color azul turquesa, que su madre, rasgos duros, nariz prominente, pómulos altos, labios carnosos y rosados, piel blanca como el marfil, su rostro no era de una belleza ortodoxa, pero se podía decir sin duda que era uno de los más hermosos que existían, su cuerpo, entonaba perfectamente con su hermoso rostro magiar, su torzo y sus brazos eran delicados, pero varoniles, su cintura angosta y sus piernas eran las más hermosas que podían existir. Durante sus primeros años de vida en Austria, Gustl aprendió a la perfección el alemán, así como la música y la cultura popular austríacas, en invierno iba a esquiar a Innsbruck, tenía una casa de fin de semana en Bad Ischl y en verano viajaban a España. Su temperamento fue siempre raro, retraído, paciente, bondadoso, acorde a su belleza, irradiaba belleza y bondad.
En 1989, luego de 8 años de matrimonio, Ana Széll, no quiso seguir viviendo las andanzas de su atractivo marido, que la engañaba hasta con las mujeres que cuidaban a Gustl y decide divorciarse. Tras el divorcio, resuelve que ya nada tiene que hacer en Austria y volver a la Argentina con su hijo de cinco años, que no hablaba una palabra de español.
La llegada a la Argentina fue muy traumatizante para Gustl, no se hallaba en este país extraño, con un idioma que no comprendía y una familia nueva, lejos habían quedado su prima Marianne, su abuela Anna Maria, sus casas de Innsbruck y Bad Ischl, y sus vacaciones en España. Ahora se encontraba frente a primos desconocidos, un anciano húngaro que decía ser su abuelo, y una mujer muy religiosa que jamás remplazaría a su abuela de Viena.
Al empezar las clases, no se halló, estaba siempre solo, soñando con volver a su amada Austria, era objeto de burlas que él no comprendía, sin embargo, todos quedaban estupefactos ante su singular belleza y el aura que irradiaba. Una mañana en un recreo, Bastien se apartó de su grupito y se acercó a él diciéndole:
- He du Mensch! Wer bist du? "¡Hey vos! ¿Quien sos?"- Al escuchar esas palabras con acento austríaco, de un niño que parecía una estatuilla y que era tan temido y respetado por todos, Gustl se estremeció, lo miró fijamente y le dijo:
- Bist du österreicher? "¿Sos austríaco?
- Nein, ich bin deutscher, aber meine Mutter ist österreicherin, sodass habe ich österreichischer akzent. "No, soy alemán, pero mi mamá es austriaca, por eso tengo acento austríaco"
- Wie heißt du? "¿Cómo te llamás?"
- Ich bin der Prinz Sebastian von Schloss, aber für dich bin ich Bastien. "¡Soy el príncipe Sebastian von Schloss!, pero Bastien para vos"
- Bastien?
- Ja. "Sí".
- Sehr gut Bastien, ich bin österreicher, ich komme aus Wien... "Muy bien Bastien, yo soy austríaco, de Viena"
- Meine Mutter kommt auch aus Wien! "Mi mamá también es de Viena"
- Das ist spitze! mein Name ist Augustin von Reichenau, aber ich bin Gustl für dich. "Buenísimo, mi nombre es Augustin von Reichenau, pero Gustl para vos"
- Gustl... das gefällt mir. Sag mir, wo wohns du? "Gustl... me gusta ¿Dónde vivís?
-Im Belgrano. "En Belgrano"
-Ich auch "Yo también"- Los dos niños que acababan de conocerse, acababan de conocer un sentimiento completamente nuevo, quasi surrealista, a los dos les daba ganas de salir corriendo, pero nunca habían sido más felices y ya no tenían noción del tiempo, tan sólo habían pasado 7 minutos, pero ambos deseaban que fuesen 7000, en seguida, los amigos de Bastien lo llamaron en castellano, este le dijo a Gustl "Tschüß" y se fue con ellos.

Capítulo IV:
Con el paso del tiempo Gustl y Bastien llegaron a ser entrañables amigos, la casualidad quiso que ambas familias se conociesen ya. En muchas oportunidades, miembros de la familia de uno y otro habían interactuado. En 1952, bajo la dirección de Karajan, Anna Maria della Casa, había cantado el papel de Sophie en un Caballero de la Rosa en el que la Mariscala era Federica Schwarzkopf, en otras ocasiones della Casa e Irmgard Seefried, la abuela materna de Bastien, cantaron juntas, August von Reichenau dirigió a Irmgard Seefried y Federica Schwarzkopf, el hermano de György Széll; Ferenc, dirigió a Federica y bajo la dirección de Böhm, Sophie Kempe, con apenas 23 años, cantó el papel de Octavian en un caballero de la rosa en que la mariscala era Anna Maria della Casa. Más adelante, en sus viajes a Europa, ambas familias se encontrarían.
La familia de Gustl, siempre mostró extrema deferencia ante los príncipes de Posen, no sólo por su altísimo rango y su parentesco con las principales casas reales de Europa -en el fondo los Reichenau, también eran nobles y tenían cierto complejo de inferioridad ante estos prusianos-, sino también por su incalculable fortuna y su poder casi absoluto en el mundo discográfico, todavía en boga. Por supuesto, Gustl ignoraba que su queridísimo amigo era una persona tan importante y no se cuestionaba por qué su familia, católica y muy conservadora, no se oponía a una amistad tan estrecha entre dos jovencitos, mal vista en nuestros días, muy por el contrario, los Reichenau y los Széll, juzgaban muy provechosa esta amistad y miraban para otro lado, mientras hacían enormes donaciones a la iglesia, consiguiendo indulgencias y hasta el título de Marquesa Pontificia para la abuela de Gustl: Hilde Geissler von Friedl Széll -Hilda Geissler von Friedl de Széll en versión castellana- por haber hecho construir una basílica, un monasterio y un colegio católico en el barrio de Palermo.
Gustl también era un niño rico, y no necesitaba la caridad de ningún príncipe de Posen, su afecto por Bastien era muy sincero. Gustl, a pesar de su aparente misantropía, era de una naturaleza magnánima y muy pura, era muy fácil quererlo, no sólo por su bellerza física, sino por su personalidad transparente y absolutamente desprovista de maldad. Era un chico muy sensible, al mismo tiempo muy tolerante, lo que denotaba una gran inteligencia, siempre generoso y paciente, diplomático y pacífico, era el amigo para sus hijos y novio para sus hijas que todas las madres querían tener. Alumno aplicado, hábido lector, amante de la música y la literatura desde muy temprana edad, a los 13 años, además de su alemán natal, y su lengua adoptiva, el castellano, que manejaba a la perfección, conservando siempre un toque vienés, hablaba con bastante fluidez, el inglés, el francés y el italiano y sabía algunas cosas de húngaro; sabía además tocar el piano, cantaba como solista con registro de soprano, manejaba la rima, y el soneto, era bastante entendido en Historia y Geografía. Además era un chico de profundas convicciones religiosas, no había víspera que faltase a Misa y en la cual no comulgara, además de eso, asistía a los oficios religiosos, siempre que era precepto y cuando lo consideraba necesario fuera de la víspera. Había leído la Biblia completa, que le había regalado su abuela, a los 7 años, su guía espiritual y confesor, era el obispo de la basílica de San Matías, Monseñor Pedro de Santibañes, en la calle Cerviño, donada por la Marquesa Hilda Geissler von Friedl de Széll, al arzobispado de Buenos Aires. Gustl, se había integrado perfectamente al grupito de Bastien y fue enseguida querido por todos, principalmente por María Poniatowski, quien era para Gustl, el equivalente a Catalina d'Argenteau para Bastien. Todos los años, Gustl viajaba a Viena a ver a su padre y su familia paterna y se quedaba en Europa los meses de diciembre, enero y febrero, hasta los 12 años lo acompañaba su madre, quien alquilaba una casa, o se quedaba en un hotel.
Gustl y Bastien tenían muchas cosas en común y compartían muchos códigos que ellos solos entendían. Gustl algunas veces creía ver en Bastien un ángel de la divina providencia, que vino a ser su compañía en esta tierra extraña. Bastien veía en Gustl a alguien que lo amaba incondicionalmente y a quien le costaba muy poco retribuir este sentimiento. Gustl era un chico extremadamente frágil en apariencia, parecía que por su sensibilidad tan inmensa, cualquier cosa lo destruiría, pero la verdad era que era mucho más fuerte que Bastien, y éste lo sabía muy bien, muchas veces intentaba lastimarlo, pero terminaba lastimándose a sí mismo. Algunas veces Bastien llegaba a odiar a Gustl por su infinita bondad, belleza, paciencia y tolerancia, era una suerte de Apolo, de Cristo, desconcertaba enormemente a Bastien.
La existencia de Gustl en la Argentina no era en absoluto del todo feliz, y si vivía contento era por mérito propio. Su propia familia era los suficientemente detestable como para desestabilizar emocionalmente a un chico con la aparente debilidad de Gustl. Ana Széll era una mujer muy inteligente y práctica, además de buena madre y reflexiva, pero era muy fría y dura, aún así era lo mejor de la familia; su abuelo György, había muerto cuando Gustl tenía 8 años; su abuela Hilda, era una salzburguesa bastante desagradable, muy afectada, era una erudita en materia de religión y hasta cierto punto una mujer inteligente, pero era muy prejuiciosa y estirada. Los dos hermanos menores de Ana Széll, eran unos yuppies desalmados a los ojos de Gustl, Tomás, el mayor, era ingeniero y economista, muy hábil para los negocios, que manejaba la parte financiera del gran laboratorio farmacológico Szell, estaba casado con una mujer de familia húngara adinerada, de nombre Marisa Kalledey, vivían en San isidro y tenían cuatro hijos, el mayor de ellos: Santiago, era odiado por Gustl, jugador de rugby, atractivo, era la antítesis a su primo, unos meses mayor que él, Gustl sentía por Santiago mucho desprecio y casi nunca le dirigía la palabra, éste por su parte, era lo suficientemente idiota, como para no darse cuenta de nada, sólo pensaba que su primo austríaco era "un bicho raro", luego venían dos hermanos mellizos, Ignacio, bastante parecido a Gustl físicamente, pero con ojos marrones y más acentuados rasgos magiares, era un chico simpático, pero tenía muy poco en común con Gustl, y María Emilia, una chica rubia, bastante linda, tranquila, con las afectaciones propias de una chica de su clase social. El menor de los hermanos era Tomás, un chico que parecía ser el vivo retrato de Gustl, de sus primos argentinos, era con quien más afinidad tenía, por su parecido, no sólo físico. El otro hermano de Ana ,era Jorge, un ingeniero químico muy atractivo, bastante amanerado, Gustl estaba convencido de que no sentía la menor atracción hacia las mujeres, y su matrimonio con una chica de Villa Ballester, se debía a la presión social y de una madre tan católica. Gustl sentía aversión hacia su tío Jorge, que le parecía afeminado, pusilánime, molesto e hipócrita, pero más aún hacia su esposa: Mónica Steiner, una chica de Ballester, cuyo padre era un alemán de Munich y su madre era alsaciana. No era linda, extremadamente antipática, sentía especial rechazo hacia Gustl y este sentimiento era mutuo; tenían dos hijos, el mayor, Constantino, era un chico de caderas desproporcionadas y muy poco agraciado de rostro, pero bastante agradable en su trato, se había ganado el aprecio de su primo; la hija menor Magdalena, era una niña caprichosa que Gustl no soportaba. Todos los primos argentinos de Gustl - y Gustl también- se llamaban María, por el fervor católico de la abuela Hilda, que decía que sobre todos los niños de la familia Széll, debía caer el espíritu mariano; así: Federico María Agustín Fernando Francisco; Santiago María; Ignacio María; María Emilia; Constantino María y Magdalena María.

Capítulo V:
Al llegar a la adolescencia, Bastien, acentuó los rasgos acuñados durante su infancia. Era arrogante, altanero, afectado, a veces en extremo, vivía a fines de siglo XX, pero su mentalidad era la de un aristócrata del ancien régime. Tenía aires de intelectual, leía mucho, su cultura general era bastante superior a la mayoría de los chicos de su edad. A los 15 años hablaba a la perfección alemán, castellano, inglés, francés, italiano y latín. Vivía despreocupado, sin interesarse en lo más mínimo en los negocios de su familia, era excelente estudiante, obsesivo y metódico, algo en su inconsciente le imponían esa "perfección prusiana". Era adulado por todo el mundo por su cultura y refinamiento, conservador al extremo en sus gustos estéticos, consideraba todo lo moderno e innovador como "entartete" –degenerado-. Era muy estirado y sabía cual era su posición.
Compartía con Gustl su amor por la ópera, y la música sinfónica, especialmente el repertorio alemán clásico. La adolescencia había sido para Gustl mucho más tortuosa que para el altivo príncipe de Posen; en el interior de Augustin pugnaban dos aspectos muy profundos, su gran espiritualidad y su gran erudición, en diversos temas, desde música, hasta filosofía y religión. Gustl era un joven de profundas convicciones religiosas, y si bien era en extremo inteligente, muchas veces le costaba discernir entre la doctrina férrea y la racionalización del evangelio. Sus guías espirituales eran su abuela Hilda, y el Monseñor Pedro de Santibañes, ambos, representantes del catolicismo más reaccionario, pero al mismo tiempo grandes doctos en materia de religión. Algunos sentimientos inherentes a Augustin, eran completamente contrarios a lo que decía la Biblia y el magisterio. Gustl era en su adolescencia un chico que deseaba la gracia divina. Durante un tiempo asistió diariamente a Misa, se confesaba varias veces a la semana y comulgaba, sus pecados eran de pensamiento, leía el evangelio una y otra vez. Se imponía severas penitencias, como pasar varias horas de rodillas rezando, darse duchas de agua helada en pleno invierno o hacer días enteros de ayuno. A Sebastian le parecía mentira como alguien a quien él consideraba inteligente en extremo, más aún, lo consideraba en casi todos los aspectos superior a él, hiciera esas cosas. Trataba de mostrarse tolerante hacia el fervor católico de su amigo, pero no toleraba cosas que él consideraba en extremo ridículas; menos aún de alguien que no hacía mal a nadie, alguien que parecía no tener mácula.
Bastien, proveniente de una familia de tradición luterana, era mucho más inestable que Gustl, en cuestiones espirituales. A pesar de provenir de una familia noble y muy rica, simpatizaba con las ideas del socialismo y se jactaba de haber tenido un abuelo, que fue una personalidad importante en la DDR, y se decía a sí mismo agnóstico, pero no lo era en absoluto, muy por el contrario, en la intimidad, oraba mucho a Dios y se interesaba en la Biblia. Hay que agregar que si bien tenía un tutor espiritual, el pastor David Wörbach, su madre era bastante contraria a que recibiera de pequeño, formación religiosa, así, fue bautizado por tradición familiar cuando era un bebe en Berlín, y rara vez, asistía a oficios religiosos, muchas veces escuchaba de su amigo Gustl, prédicas sobre religión, incluso a los 8 años de edad, cuando Gustl tomó su Primera Comunión, Bastien asistió y al ver el esplendor de la ceremonia y la fiesta él le pidió a su madre que quería hacerse católico para tomar la comunión, a esto se sumaba que la mayoría de sus amigos, con excepción de Harald, protestante como él, eran católicos. Volviendo a la adolescencia, con "mayor uso de sus capacidades intelectuales", Bastien en reiteradas ocasiones atacó abiertamente el catolicismo y repudió la conducta de Gustl, a quien llegó a despreciar por "exceso de religiosidad". Otras veces lo instó a convertirse al protestantismo luterano, argumentando que este era más tolerante y humano que el catolicismo romano, propuestas casi siempre refutadas por Augustin, mucho más entendido en temas de religión que su amigo. Lo cierto era que el príncipe de Posen era aún muy joven para argumentar y sus posiciones, aunque bastante lógicas, no se podían sostener mucho. Su filosofía era la de una suerte de libertino, hedonista y maquiavélico, quien despreciaba sin mucha base los enunciados de las religiones monoteístas del Cercano Oriente, a veces sus acusaciones llegaban a ser en extremo intolerantes, ideaba gobernantes imaginarios tiránicos, con poder absoluto, vitalicio y hereditario, que en nombre de la razón, la libertad, la ciencia y el progreso, mediante los métodos más sanguinarios y el uso del terror, sin los menores escrúpulos de derramar toda la sangre que fuese necesaria, reprimían en forma durísima la religión y el catolicismo en especial, valiéndose de la tortura y castigos ejemplares como ejecuciones públicas de sacerdotes de alto rango. Estas declaraciones fatales no estremecían en absoluto al pacientísimo Gustl, quien decía que existía un poder superior a todo dominio humano, y era el amor, el amor entre los hombres y el amor al Altísimo, esto a veces sobrecogía a Bastien y otras veces lo desconcertaba :
-Libre es únicamente quien no tema ni siquiera la ira de Dios, quien se ría de los enunciados de su "Santa Madre Iglesia" – decía en tono sarcástico Bastien – Pronto llegará el día en que la verdad triunfará sobre la superstición y la opresión y aunque cueste la paz y la vida de miles, quizá millones, la tiranía de Roma será erradicada de la faz de la tierra. Pronto llegará el día que aquel altar diez veces maldito se incline pidiendo piedad ante un gobierno hecho por y para los hombres-
-Vos pretendés que el altar de Roma reverencie tu mano, tu corona, corona que te dio Dios.
-Yo no pretendo nada de eso, me río de mi enorme riqueza y de todos los títulos que heredé de mis antepasados, yo creo en un gobierno para el pueblo.
-Entonces por qué no renuncias a tu herencia, no dejás de ser el Príncipe de Posen, no le das tu fortuna a los millones oprimidos por el hambre y la miseria.
-¿Para qué? No soy partidario de la caridad individual, los grandes cambios deben ser sociales.
-Mientras tanto vos vivís como lo hicieron tus antepasados durante siete siglos. Con tu fortuna miles, millones familias se verían salvadas del hambre y la miseria.
-Igual, estás desvirtuando la conversación. Vos reverencias al altar de Roma y hablás de la redención por medio del amor.
-El amor de Cristo.
-Un amor que te niega como ser humano en todos tus aspectos, el individual y el social, un amor, una doctrina nefasta que niega tu propia naturaleza. Vos no sos libre queridísimo Gustl. Yo quiero que lo seas.
-Vos tampoco lo sos.
-Yo lo asumo.
-Quizá me excedí carísimo Gustl, yo no soy un erudito en religión, pero creo que los sentimientos puros "heilig", el verdadero amor nunca puede ser impío.- Bastien fallaba en la forma y era aún muy inmaduro, pero en su vehemencia adolescente sus ideas eran nobles.

Capítulo VI:
Este es el momento de darle al relato un estilo menos acartonado y más informal, mostrar las pasiones humanas y peripecias de los protagonistas.
A la edad de quince años, Sebastian y Augustin sentían el uno hacia el otro un amor a veces fraternal, otras veces corpóreo y erótico, pero siempre espiritual. La "Schuldigkeit" era relativamente grande en ambos casos, especialmente por la religiosidad de Gustl. Bastien trataba de exculparse con mil argumentos supuestamente racionales y trataba de mostrarle a su amadísimo amigo otras posibilidades.
Como se ha dicho más arriba, era costumbre para Augustin, viajar todos los años a Viena a ver a su padre y familia. En 1999, deciden que viajarán juntos, pasarán diciembre en Viena con la familia de Gustl, luego enero en Suiza con el padre de Bastien y en febrero viajarán solos por Europa, esto no carecía de inconvenientes para dos chicos de su condición, era menester que viajasen custodiados. Así el 7 de diciembre, salieron del aeropuerto de Ezeiza "solos", Sebastian von Schloss y Augustin von Reichenau, en un vuelo de Lufthansa, vía Frankfurt, con destino a Viena.
En el avión tuvo lugar una interesante conversación. Luego de haber pasado por migraciones, una vez arriba del avión, Gustl permaneció callado hasta que este despegó, estaba como absorto; Bastien se distraía jugando con las chucherías que les dan a los pasajeros, viajaban en clase turista, esta era la costumbre de Gustl, y Sofía pensó que a su hijo no se le iban a caer los anillos. Sebastian pidió un par de veces jugo de tomate, fue al baño y le dio una ojeada a la revista. Una vez que hubieron despegado, Bastien se dirigió a su amigo:
-Estuviste callado desde que nos subimos al avión, ¿vas a estar así hasta Frankfurt? –Gustl lo miró, primero serio y luego sonriendo y por fin habló.
-Pensaba.
-¡De verdad sos raro!
-No sé qué te asombra... No me interesan las boludeces del avión. Tampoco quise escuchar música, posiblemente lo haga en un rato.
-¿No vas a comer?
-Sí, tengo bastante hambre.
-¿Qué tal es la comida de la clase de los pobres?
-Aceptable.
-¿En qué pensabas tanto?
-Tausend Dinge... "Mil cosas"
-¿Como qué?- Gustl cayó y apoyó su cabeza sobre el asiento.
-Tausend Dinge, mein lieber Basti... Tausend... "Mil cosa mi querido Basti, mil"
-¿Rezabas?
-Sí.
-Es válido!
-¿Por qué no ha de serlo?
-Para rezar está la iglesia, en un avión con un amigo se charla.
-Yo rezo siempre qué lo necesito.
-¿Y por qué necesitabas rezar ahora?
-¿Tengo que decírtelo todo?
-Soy el príncipe de Posen!- Gustl sonrió y miró con ojos tiernos a su amigo.
-Du bist mein Fürstlein... "Sos mi principito"
-Natürlich! "Por supuesto!"
-Ay Basti, Basti...
-¿Sentís culpa?
-Obvio que sí!
-¿Por qué?
-Por muchas cosas.
-¿Cuáles?
-Hoy es víspera y no fui a Misa.
-Tenías que viajar.
-No es excusa, pude haber ido ayer a la noche.
-Tenías que armar las valijas, y descansar para el viaje.
-Dios está antes que las valijas.
-A veces pienso que sos subnormal.
-Ja ja ja, me causa gracia que hables haciéndote el gallego.
-Me parece graciosa la expresión "subnormal", nada más.- Gustl volvió a apoyar su cabeza sobre el asiento y miró fijamente a Bastien.
-¿Tengo monos en la cara?
-O nein!
-Ja ja ja
-Tengo la intención de poder cantar con vos y los chicos de Mozarteum, alguna "festa teatrale" u oratorio para navidad.
-Eso me gustaría mucho.
-Mi papá tenía un par de obras en mente...
-¿Cuáles?
-Apollo et Hyacinthus, Bastien und Bastienne y Ascanio in Alba.
-C’est interessant...
-Pero el problema es que tanto vos como yo somos "Knabensopran".
-¿Y?
-Mi prima Marianne es solista del coro para niños y niñas del Mozarteum, y es muy buena. Si se hace una obra, ella va tener prioridad. Por ejemplo, si se representa el Apollo et Hyacinthus, yo cantaría el papel de Hyacinthus y mi prima el de Melia, que es el otro papel para soprano, no quedaría ninguno para vos.
-¿Bastien?
-Lo mismo, si se adapta la obra para dos tiples, yo sería Bastien y mi prima sería Bastienne. No hay papel para vos. Quedaría el Ascanio in Alba. Vos podrías ser Ascanio, mi prima la Silvia y yo el Fauno.
-A mí me gustaría cantar el Hänsel und Gretel con vos.
-Eso no creo que sea posible.
-¿Por qué no?
-No creo que sea del agrado de mi papá.
-Al Diablo con tu papá! Vos serías el Hänsel y yo la Gretel, y tu prima el "Sandmann und Taumann".
-jajajajajajajajajajaja –Rió estruendosamente Gustl- ¿Por qué querés ser Gretel?
-Quiero ser Gretel como lo fue mi abuela.
-Esa vieja nazi de mierda!
-Arme Oma!
-Hija de puta!
-¡Lo decís de envidioso!
-¿Yo? ¿Envidioso? De esa puta barata! Esa "princesa" Federica... Por el amor de Dios! Esa vieja es el mismo Diablo.
-No hubo en todo el imperio alemán, mujer más refinada y distinguida!
-Ni más puta e hija de puta!
-Nada de eso.
-Esa vieja se casó con tu abuelo porque le gustaba la guita, fue Führerin en la Hitlerjugend, era buchona de los nazis, se afilió al partido a los 20 años; en mi familia, los que se quedaron en Austria en esa época, ninguno se afilió al partido!
-Tampoco chistaban.
-No se podía chistar, pero no eran nazis como esa vieja. Esa seguro llevaba una cámara de gas portátil.
-¡Sos un idiota!
-Esa vieja ramera fue amante de Goebbels!
-Eso es una calumnia!
-Nada de calumnia, antes de conocer a tu abuelo, se cogía a Goebbels para tener contratos... No puede estar mejor puesto el apellido: cabeza negra!
-Ella era rubia!
-Pero su alma era negra.
-En absoluto.
-Además de todas las hijadeputeces que hizo cuando fue famosa, hay algo que no me explico...
-¿Qué cosa?
-Habiéndose casado con tu abuelo y siendo princesa de Posen, ¿Por qué se quedó en Berlín durante la guerra y no se fue con su marido a Londres, indudablemente esos cinco años que vivió tu papá en Berlín entre 1940 y 1945 fueron muy traumatizantes y lo marcaron para toda su vida. –La verdad era que el motivo por el cual Federica, habiéndose casado con Walther y habiéndose podido ir a Londres, ¿Qué la retenía en Berlín? Eso nunca lo supo nadie.
-Seguramente ella tenía algo entre manos: un amor secreto en Berlín, el deseo de la raza aria dominando el mundo, yo no creo que se haya afiliado al partido solamente por cuestiones administrativas, creo que era muy partidaria del régimen. –Bastien calló, estuvo contemplando a su amigo un rato, pensaba en lo que le decía. Al rato llegó la azafata y les preguntó qué querían comer. Sebastian pidió pollo, Augustin, pescado, mientras comían se miraban y se reían de vez en cuando.
-Comer con vos es imposible! –Dijo Bastien haciéndose el molesto.
-No me mires.
-No puedo, te tengo al lado.
-La verdad no es tan mala la comida que le dan a la plebe.
-jajajajajajajajajajajaja
-Vos acostumbrado a la primera clase...
-¿Vas a ir a Misa en San Esteban?
-Voy a confesarme y después comulgaré.
-¿Qué pecados tenés para confesar?
-Todos tenemos pecados.
-Yo también.
-Vos más que nadie.
-Y no me confieso.
-Vos sos protestante.
-¿Soy hereje?
-No, sos protestante.
-Pero la verdad no soy religioso, y además soy socialista.
-ajá.
-Y hedonista.
-ajá.
-Y me gusta el arte degenerado.
-ajá.
-Y condeno el arte degenerado.
-ajá.
-Se te oscureció el pelo, de chico eras rubio, ahora lo tenés casi negro.
-Lo sé, a mi mamá le pasó lo mismo.
-Me encanta como te queda el pelo oscuro.
-A mí también me gusta.
-Resalta mucho el color de tus ojos.
-No es conveniente mirar mis ojos.
-¿Lo prohíbe algún versículo de Levítico?
-jajajajajajajaja
-¿Exodo?
-jajaja Ay Basti Basti! Mejor no hables de la Biblia.
-¿Soy ignorante?
-En materia de religión sí.
El avión llegó a Frankfurt, donde los dos chicos fueron al centro de atención al viajero, esperaron dos horas mientras compraban en el free shop y se embarcaron rumbo a Viena, el vuelo a Viena duró una hora aproximadamente; cuando llegaron pasaron por la aduana, el trámite fue bastante rápido, después recogieron su equipaje y fueron al hall del aeropuerto donde el padre de Gustl los esperaba con la prima Marianne. Friedrich, un hombre alto, de unos 53 años, pero bien mantenido, pelo color gris, ojos azules y facciones agradables, fue al encuentro de su hijo a quien abrazó:
-Mein lieber Gustlchen! Du bist grösser jeder Jahr... "Mi querido Gustlchen –diminutivo de Gustl, es decir, diminutivo de un diminutivo- Estás cada año más alto" – Su prima se acercó.
-Mein lieber Cousin. Willkommen in Wien! "Querido primo. Bienvenido a Viena"
-Vielen Dank ma Cousine! "Muchas gracias ma cousine"- El padre y la prima de Augustin, se acercaron al príncipe de Posen. Friedrich hizo una reverencia ante este y le besó la mano:
-Gnädigste Höheit! Ich bin wirklich glücklich und zufrieden, weil Sie mit uns bleiben können... "Alteza Nobilísima! Estoy realmente gozoso y satisfecho de que pueda quedarse entre nosotros"
-Gnädigste Höheit! –Dijo Marianne haciendo una respetuosa reverencia ante Sebastian, este le besó la mano.
-Adelige Familie von Reichenau "Noble familia von Reichenau" – prorrumpió Bastien. –Ich bedanke Ihnen sehr viel! "Les agradezco muchísimo"
Todos salieron del hall del aeropuerto y con una temperatura de 5 grados bajo cero y algo de nieve fueron al auto de Friedrich.

Capítulo VII:
El sueño más hermoso de Gustl se había cumplido por fin, a la edad de quince años, visitaba su ciudad natal, aquélla ciudad que él tanto amaba, con la persona que él más amaba, su queridísimo amigo de la Argentina, su príncipe Bastien. Ahora tenía a su queridísima abuela Anna Maria, su prima Marianne, las calles del Wieder, el Schönbrunn, el Upper y el Unter Belvedere, el Musikverein, el Konzerthaus, la Staatsoper, la tradicional Ringstrasse, el Prater, los edificios del Hofburg, todo bajo el manto blanco y el encanto de diciembre, con la figura resplandeciente de su príncipe. Aquel príncipe del nordeste, era él tan feliz, sabía por qué. ¿Sentía culpa? Sí, mucha, pero sabía que el amor que sentía por Bastien era de lo más puro y genuino ¿Lo eximía eso acaso? No lo sabía. Estaba dispuesto a hacer toda la penitencia que fuese necesaria, a aceptar su sino, pero su felicidad no tenía límites.
Se establecieron en la casa del padre de Friedrich en la Reichenaustrasse, en la zona del Upper Belvedere. Tenían una agenda ocupada, comidas con amigos, asistir a la ópera, al Konzerthaus, a Salzburgo y Bad Ischl, los paseos obligados en trineo por la Ringstrasse, por el Prater en coche y demás. Gustl asistió a Misa en San Esteban muy a menudo, se confesó tres veces durante el advento, razó fervorosamente por los suyos, por la paz en el mundo, por la Gracia Divina y por la salvación de todos los hombres. Finalmente se aprobó el proyecto de hacer el Hänsel und Gretel, pero se haría en enero y en Suiza, con el fin de darle más tiempo a los artistas para ensayar, Bastien sería la Gretel, Gustl, el Hänsel, Marianne el "Sandmann und Taumann", la orquesta sería la del Mozarteum y el director sería Friedrich von Reichenau. La representación tendría lugar en Zurich, y se haría bajo la supervisión de Guillermo von Schloss. Entretanto en la Iglesia de Santa Ana, en Viena, Marianne, cantaría, el 22 de diciembre, el "Exultate Jubilate" de Mozart.
Una vez asentados en la casa de Friedrich, Sebastian ocupó un cuarto desocupado y Augustin el suyo, una noche después de comer, muy temprano como es costumbre en Austria, los dos chicos se quedaron escuchando música de Mahler en una salita con vista al jardín nevado. Escucharon la segunda, la quinta y la canción de la tierra, ambos tenían ganas de seguir escuchando Mahler. Gustl creyó advertir su oportunidad, al acabar el Abschied, sacó el CD y dijo:
-¿Qué querés escuchar ahora?
-Mahler natürlich!
-¿Pero qué?
-Se me antoja la tercera.
-Vení a escucharla a mi cuarto!
-Was? "Qué"
-¿Por qué no?
-Das finde ich eine gute Idee! "Me parece una buena idea"
-¿Entonces?
-¿Y tu papá?
-Salía hoy, tenía una comida y un ágape en casa de los Tienappel.
-¿Hay alguien más?
-Catarina.
-¿Dónde está ella ahora?
-Durmiendo en su cuarto.
-Bueno, vamos!
Los dos chicos se trasladaron al cuarto de Gustl, este era una linda habitación bastante espaciosa con las paredes tapizadas en verde inglés, cortinas del mismo color y mobiliario de la época del Biedermeier. Había un gran televisor y todo tipo de aparatos modernos. Tenía un cuarto de vestir y un baño con toilette incorporado. Gustl había conseguido un DVD que le habían traído de Japón de Leonard Bernstein, dirigiendo en vivo en el Musikverein, la tercera sinfonía de Mahler, con la Filarmónica de Viena, la contralto Christa Ludwig, el coro de la ópera de Viena y el coro de los niños cantores. Fue a su vestidor, se puso un pijama color azul marino que resaltaba su aspecto de adolescente a la vez cándido y esbelto.
-Sacate la ropa si querés.
-¿Yo?
-No! Federica Schwarzkopf.
-ja ja- Sebastian se quedó en calzoncillos y sin que lo inviten se metió en el edredón de la gran cama de Gustl.
-Voy a poner algo que te va a encantar – Y puso el DVD.
-Gustl!
-Bastien...
-Gustl...
-Was gibt? "¿Qué pasa?
-Du weisst... "Vos sabés..."
-Ja, ich weiss. "Sí, yo lo sé"
-Wolltest du? "¿Querrías?
-ja gern! "Por supuesto"
-Aber? "¿Pero"?
-Ich durfe nicht. "No debo"
-Warum nicht? "¿Por qué no?"
-Weil... "Porque..."
-Gustl.
-Bitte! "Por favor"
-Mein Augustin!
-Ach Gott! –expresión típica de la ópera alemana que significa "Ay Dios!"
-Ach! Die Oper! "Ay! La ópera!"
-Ha ha ha
-Ich... Ich... Ich liebe dich! "yo... yo... yo te amo!"
-Das weiss ich! "Eso ya lo sé"
-Hast du nicht Angst? "¿Tenés miedo?
-Ein Bisschen. "Un poco"
-Liebst du auch mich? "¿Me amás vos también a mí?
-Natürlich! "Claro que sí"
-Findest du mich schön? "Crees que soy lindo?
-Sehr schön mein Fürstlein! Und du? Findest du mich schön? "Muy lindo mi principito! ¿Y vos a mí?"
-Du bist der schönste Junge in den Ganzen Welt. "Vos sos el chico más hermoso del mundo entero".
-Da gibt es sehr Kalt. "Hace mucho frío"
-Ja. Richtig! "Sí, es cierto"
-Ich will mit dir zusammenschlafen. "Me gustaría que durmiésemos juntos"
-Ich auch. "A mí también"
-Und Mahler hören, also, komm! Gute Nacht mein lieber! "Y escuchar Mahler, entonces, vení! –se acerca –¡Buenas noches mi amado amigo!"
-Gute Nacht!... In Gottes Namen! "¡Buenas noches!... En nombbrte de Dios!"
Las celebraciones de navidad tuvieron lugar con mucha elegancia en casa de Anna Maria, Marianne cantó el "Exultate Jubilate", para fin de año fueron al Musikverein a escuchar el concierto de año nuevo. Al día siguiente vieron El Murciélago de Johann Strauss en la Staatsoper, el tres de enero partieron a Zurich, donde se encontraron con el padre de Sebastian. La casa de esta era un palacio en las afueras de Zurich, todos pararon ahí, el 7 de enero fue el cumpleaños de Bastien, diez días más tarde fue el de Gustl y se estrenó Hänsel und Gretel en el teatro de la casa de Guillermo, como estaba planificado. Pasaron enero en Zurich y en febrero estuvieron en Munich, Salzburgo, Dresde, Leipzig, Berlín, Praga, Budapest, Ljubljana y Venecia. A fines de febrero volvieron a Buenos Aires.



























Epílogo:
Siete años han pasado, los destinos de los personajes mencionados anteriormente fueron diversos, Sofía se retiró definitivamente del canto lírico con el papel de Isolda en la ópera de Viena en el año 2003. Catalina d’Argenteau estudió canto a su lado y prometerá mucho en el futuro. María Poniatowski, Harald von Wolfenbüttel y Federico Hagen, serán siempre los fieles amigos de Gustl y Bastien. El padre de Bastien, se recluyó cada vez más, en la soledad de sus castillos, rehuyó a todo contacto con sus semejantes, continuó siendo un enigma, hasta que cayó gravemente enfermo y murió a la edad de 64 años, cuando su hijo tenía 20. Los primos argentinos de Gustl fueron todos a la universidad, sólo Tomás sobresalió. Marianne hizo carrera como cantante. Bastien empezó la carrera de Filosofía y la abandonó, leyó mucho, estudió varios idiomas, viajó y quedó al mando de su imperio discográfico, el cual trató de mantener durante un tiempo, hasta que finalmente vendió todas sus acciones, donó gran parte de su fortuna y se guardó otra parte para vivir el resto de su vida junto a su amado Gustl en el petit hotel de Recoleta, creó una compañía de teatro, un taller literario, una orquesta y nada le aportó dinero, gastaba enormemente, pero era muy feliz. Gustl estudió Letras y fue el compañero inseparable de Bastien, finalmente concilió su amor incondicional por Dios y su pasión-amor-amistad por Bastien. El era ya un hombre libre, era la columna moral que sostenía a Bastien, y Bastien era quien había liberado a Gustl de su "Schuldigkeit", quien le proporcionó "Hofnung" y "Liebe".
Los conceptos de "Traurigkeit" -tristeza-, "Schmerz" –dolor-, "Schuldigkeit" -culpabilidad-, "Unermesligkeit" -inmensidad-, "Träumen" -sueños-, "Nacht" -noche-, "Tod" -muerte-, "Verlangen" -anhelo-, "Religion" -religión-, "Philosophie" -Filosofía-, "Musik" -música-, "Kunst" -arte- "Gesamtaufkunst" -arte total-, "Hofnung" -esperanza-, "Freundschaft" -amistad-, "Treue" -lealtad-, "Schönheit" -belleza-, "Seele" -alma-, "Körperigkeit -corporeidad-, "Wunsch" -deseo- y "Liebe" -amor", citados en el capítulo III, no se han desarrollado en profundidad en estas páginas; pero tampoco fueron dejados de lado. Sólo los dos personajes protagónicos fueron, por así decirlo "humanizados", el fin de este escrito era hacer un trabajo mucho más abarcativo, también existía la intención de mostrar de cerca la vida cotidiana de los personajes. Sin embargo, al terminar el capítulo VII, consideré que mi labor estaba terminada. Quiero pedir disculpas al lector, si hablo en forma impersonal, y de golpe hablo en primera persona, es un atributo que me tomo. Yo deseaba sobremanera escribir un profundo diálogo entre Gustl y Bastien, estos ya jóvenes adultos, superados los problemas de la adolescencia. Pero por algún motivo decidí no hacerlo. Sassa fue ideado mi adolescencia, y quiere mostrar las vivencias de un adolescente en condiciones determinadas. Algunos encontrarán la obra demasiado afectada, excesivamente descriptiva y tendenciosa. Hay todo eso. Sin embargo si no lo hice antes quiero explicar de forma más o menos breve, el "Leitmotiv" –motivo conductor- de la obra.
Gustl es la reacción, la religiosidad, el amor maternal, ya esbozado en Sofía, es una figura que se relaciona con los atributos femeninos, sensibilidad extrema, tolerancia, paciencia, amor incondicional, religiosidad –valga la redundancia-, belleza. Todos desean a Gustl, desean su alma y su cuerpo, el alma de Gustl es pura y hermosa y su cuerpo también lo es. Gustl tiene muchos atributos de una heroína romántica o clasicista tardía como ser Charlotte o Sonia, pero en el atractivo cuerpo de un joven varón. Su masculinidad, podría decirse que está "negada", él no es en absoluto afeminado, ni mujeril, pero poco importa esto, sus atributos son femeninos. Gustl, pudo haber sido perfectamente una chica, pero me pareció mucho más interesante volcar los atributos de una heroína romántica en el cuerpo en un atractivo cuerpo varonil. Las escenas homoeróticas en Sassa, están bastante sublimadas y se usan muchos eufemismos –desde el mismo idioma alemán en las charlas más íntimas-.
Bastien representa la decadencia, un alma que intenta ser fuerte y poderosa, pero se desmorona, es así como veo yo al varón -cualquiera sea su orientación sexual- de nuestros días, esto contrasta con Gustl que es la negación del varón. Bastien se sabe rico y poderoso. Pero llega un día que decide vivir sin sus privilegios, decidido a "redimir" su alma –el alma del varón- mediante el amor, ya sea el amor erótico, el amor a su mejor amigo o el amor a Dios, tres aspectos torpemente esbozados en Sassa.
Tanto Gustl como Bastien aprenderán muchas cosas juntos, quizá la más importante de ellas es que el amor legítimo y bien entendido, nunca puede ofender a Dios, ni a los hombres. Esto es para ambos, pero especialmente para el religiosísimo Gustl, un arduo camino.
Sobre la estética de la obra, tiene un tinte que va del clasicismo tardío al post-romanticismo y la música tiene un gran protagonismo. Es muy posible, que para personas no muy puestas en música, resulte un tanto tediosa, lo mismo que la insistencia e inexactitud de datos históricos. Pero son caprichos míos.
De esta insignificante obrita, con muchas pretensiones en un primer momento, se puede rescatar una cosa: Hasta el hombre más pequeño es grande cuando ama, y a pesar de las circunstancias adversas, existe para todos una esperanza, un anhelo, que se verá satisfecho, cuando uno encuentre el camino de la espiritualidad y el amor puro.



















Augustin von Reichenau.
Buenos Aires, Argentina, 2 de noviembre de 2006.

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