jueves, 23 de diciembre de 2010

En la casa de Amalia Kempe I




- ESTANISLAO AUGUSTO SEBASTIAN FLEMING-PONIATOWSKI (SEBASTIAN), chico porteño de 20 años, de ascendencia escocesa, polaco-lituana, alemana, vasca e irlandesa. De pelo rubio. Melómano, germanófilo y eslavófilo. Tiene un programa de radio de música clásica un día a la semana. El resto de la semana está con su familia, y con su mejor amigo Agustín.

- AUGUSTIN MARIA VON REICHENAU (AGUSTIN), de la misma edad, austríaco de nacimiento, de pelo negro. Estudiante Filología Anglogermana.

Cuarto de Sebastián en la casa de su madre en Belgrano R. Un viernes por la tarde de octubre. Sebastián y Agustín están en jogging, buzo y medias, sentados en el piso tomando té y comiendo galletitas danesas y chocolates suizos. Agustín va y viene al vestidor y al baño, mientras se cambia de ropa una y otra vez, se pone base, cosméticos anti-age, auto-bronceante, se peina, se prueba varios modelos de ropa de Sebastián que es del mismo talle que él, se mira mucho al espejo, hace caritas y le tira besos a su imagen en el espejo). Una notebook conectada a parlantes hace sonar una y otra vez el Himno Nacional de Brasil.

SEBASTIAN: “Gigante pella propria naturessa, es belo es forte, impávido, colosso!”
AGUSTIN: ¿Quién?
SEBASTIAN: ¡Así dice el Himno de Brasil!
AGUSTIN: ¿Y por qué yo debería saber qué carajo dice el Himno de Brasil?
SEBASTIAN: ¿Qué sé yo? Es cultura general, creo. Además está sonando ahora…
AGUSTIN: En todo caso, vos quisieras tener un amante que sea “belo, forte, impávido e colosso”.
SEBASTIAN: ¡Ni en pedo!, traen muchos problemas. Yo quiero ir al sur de Italia y a Grecia con mi madre y mis abuelas, Ahí hay unos chongos que te la voglio dire…
AGUSTIN: ¿Y por qué no vas?
SEBASTIAN: ¡Ni en pedo! Se van mañana a la noche. Además, viajan con Coca, Chichita y mi tía Enriqueta…
AGUSTIN: ¿Y qué tiene?
SEBASTIAN: Son de la época de la Colonia, la más joven tomaba el té con Eugenia de Montijo…
AGUSTIN: ¿Y?
SEBASTIAN: ¿Y qué?
AGUSTIN: Y por qué no vas con ellas, la vas a pasar regio…
SEBASTIAN: Nah, ¿para qué? después hay que aguantar a los fósiles…
AGUSTIN: Sebastián… A vos te encantan las viejas. Perdón, vos sos una vieja….
SEBASTIAN: ¿Te parece?
AGUSTIN: Bueno, digamos que anatómicamente, sos un pibe de veinte. Pero en tu forma de proceder sos una vieja.
SEBASTIAN: ¿En qué por ejemplo?
AGUSTIN: Vas al Colón con tu ex profesora de Biología…
SEBASTIAN: Bueno, para muchos, salir con la ex profesora de Biología es cool.
AGUSTIN: Bueno, en tu caso, es quasi enfermizo… (pausa) No, perdón, es enfermizo del todo.
SEBASTIAN: ¿Por qué?
AGUSTIN: Porque tu ex profesora de Biología es tu amiga.
SEBASTIAN: ¿Y qué tiene eso de malo?
AGUSTIN: No es habitual que los chicos de veinte años sean amigos de sus ex profesoras de Biología, ni que vayan al Colón con ellas.
SEBASTIAN: Yo no solamente voy al Colón con mi ex profesora de Biología, también voy a comer a Edelweiss, y a tomar café al Torreón.
AGUSTIN: ¡Peor aún!
SEBASTIAN: ¿Por qué? No hacemos nada inmoral…
AGUSTIN: A lo mejor por eso es peor aún…
SEBASTIAN: Ave Maria purissima!
AGUSTIN: ¿No pensaste en ser actor?
SEBASTIAN: ¡Eso me lo dice siempre Rubiofuego!
AGUSTIN: What the fucking “Rubiofuego”?
SEBASTIAN: Rubiofuego es un amigo que vive en Núñez…
AGUSTIN: ¡Qué raro!
SEBASTIAN: ¿Qué es lo raro?
AGUSTIN: Que tengas amigos, y que yo no los conozca, digamos, vos no sos de tener muchos amigos, y si los tenés, debería ser todo un acontecimiento…
SEBASTIAN: Bueno, a Rubiofuego lo conocí en una de esas páginas de invertidos en las que ponés tu perfil y te contactan y todo eso.
AGUSTIN: ¡Ay Dios mío de cielo!
SEBASTIAN: No se llama así, ¡eh!
AGUSTIN: ¿Eh?
SEBASTIAN: No se llama así, Rubiofuego, se llama Marcos.
AGUSTIN: Eso supuse…
SEBASTIAN: ¿Qué se llama Marcos?
AGUSTIN: No, ¡pelotudo! Que no se llamaba Rubiofuego, no creo que dejen poner ese nombre en ningún lado… Bueno, a lo mejor en uno de esos países latinoamericanos dejan…
SEBASTIAN: Decís “países latinoamericanos como si vos fueses sueco”
AGUSTIN: Soy austríaco, me parece que hoy te olvidaste de tomar el Avivol…
SEBASTIAN: ¡Bueno, che! ¿No es re lindo el Hino Nacional Brasileiro?
AGUSTIN: No, es una garcha… Contame de ese Rubiofuego, ¿quién mierda es?
SEBASTIAN: Trabaja en una aerolínea de los Emiratos Arabes…
AGUSTIN: ¿Es azafato?
SEBASTIAN: No, vende pasajes…
AGUSTIN: ¿No había un trabajo más aburrido?
SEBASTIAN: ¡Che! Que hay trabajos peores…
AGUSTIN: ¡Nombrame dos!
SEBASTIAN: Mmm, basurero…
AGUSTIN: Sí, basurero es una cadorcha…
SEBASTIAN: Portero…
AGUSTIN: ¡No! Portero está bueno, te sabés todos los chismes de la gente del edificio, y edificios vecinos…
SEBASTIAN: Sí, puede ser, pero tenés que limpiar, y sacar la basura…
AGUSTIN: Bueno, por ahora portero descalifica como trabajo que sea peor que vender pasajes para una aerolínea de los Emiratos Arabes…
SEBASTIAN: Bueno, este… no sé, el que arregla las computadoras…
AGUSTIN: Sí, eso es espeluznante, tenés razón.
SEBASTIAN: ¡Ves! Rubiofuego no es un loser, hay trabajos mucho peores que el de él.
AGUSTIN: ¡Dios! ¿Qué edad tiene el espécimen ese?
SEBASTIAN: No sé, ni idea, veintipico…
AGUSTIN: ¿Veinti cuántos? No es lo mismo veintiuno, que veintinueve…
SEBASTIAN: No sé Agustín, veintilargos calculo…
AGUSTIN: ¡Lo que te faltaba, gerontofílico!
SEBASTIAN: ¡No che! Rubiofuego es un amigo, no quiero nada con él. Es muy divertido, son muy graciosas sus anécdotas…
AGUSTIN: ¿Qué anécdotas puede tener una persona de casi treinta años, que se hace llamar Rubiofuego en internet, y trabaja vendiendo pasajes de avión? ¡Las cosas que hay que escuchar! (pausa) ¿Desde hace cuánto que conocés al pasquín ese?
SEBASTIAN: Unas seis semanas.
AGUSTIN: ¿Y por qué no me dijiste de ese tipo?
SEBASTIAN: Vos siempre me tirás a la mierda todas mis cosas, incluída la gente que conozco, bueno hasta ahora conocí muy poca, prácticamente nadie, creo que a nadie, pero bueno, hete aquí un ejemplo….
AGUSTIN: ¿Ejemplo de qué?
SEBASTIAN: De la mierda que le vas a tirar a Rubiofuego, sólo porque fui yo el que lo conoció, y no vos.
AGUSTIN: Yo no dije nada de eso. Es más, quiero conocerlo.
SEBASTIAN: ¿Conocerlo?
AGUSTIN: Sí, conocerlo, ¿cuándo lo ves?
SEBASTIAN: Mañana.
AGUSTIN: ¿Pero mañana no vas al teatro con tu abuela?
SEBASTIAN: Pero al teatro voy a la noche, voy a la casa de Marcos después de almorzar, y me quedo ahí hasta las siete y media, y de ahí me pido un taxi y voy al teatro con mi abuela.
(pausa)
AGUSTIN: ¡Mañana quiero ir a conocer a Rubiofuego!
SEBASTIAN: Pero si no paraste de hablar pestes de él hasta recién…
AGUSTIN: Bueno, pero quiero ver qué tal es, me intriga esa persona.
SEBASTIAN: ¿Y para qué te interesa conocer a un tipo de casi treinta años, que se hace llamar Rubiofuego en internet, y trabaja vendiendo pasajes de avión?
AGUSTIN: Primero, porque no quiero que te metas en quilombos, para eso sos mandado a hacer. Me da desconfianza esa gente de los perfiles, más aún si usan esos nicknames tan sugerentes. Además, trabaja en una aerolínea de los Emiratos Árabes, sabés todas las cosas turbias que hay en esos lugares, tipo puede estar metido en una red de prostitución infantil, o de trata de personas…
SEBASTIAN: ¡Von Reichenau, sos un exagerado de mierda! Es un pobre pibe que emite pasajes de avión, y tiene una vida normal, ligeramente disoluta, pero nada alarmante, ¡no es alguien peligroso!
AGUSTIN: No sé, vos sos medio lelo, mirá si te secuestran, o te matan…
SEBASTIAN: ¡Dios, dame paciencia! Yo no seré muy vivo, ni tendré mucha calle, pero puedo cuidarme de un pibe que vende pasajes de avión en una oficina frente a Plaza San Martín. No necesito un custodio austríaco.
AGUSTIN: Por otro lado, me interesa conocer al Rubiofuego vendepasajes, porque me genera intriga.
SEBASTIAN: Seguramente me querés hacer quedar como un oligofrénico.
AGUSTIN: No hace falta que yo haga nada, de eso te ocupás siempre vos solito.
SEBASTIAN: Bueno Reichenau, no vas a venir conmigo ni en pedo a la casa de Marcos, ¡Ya hablé!
AGUSTIN: Bueno, pibe… Buscaré otros putos, gracias a Dios, pateás un adoquín en Buenos Aires y salen diez, nada ni nadie es imprescindible… Para vos en cambio sí, los únicos que te dan bola son tus abuelas, tu vieja, tu mucama, tu psicólogo y tus profesores. ¡Me hartaste flaco, me rajo! Pasala bien con tu Rubiofuego vendepasajes!
(pausa)
SEBASTIAN: ¡Esperá, Gustl!, no te enojes, está bien, ¡vamos a la casa de Rubiofuego!
AGUSTIN: ¿Ahora me decís de ir? ¡Ni en pedo!, no me hace falta ir a la casa de ningún expendedor de boletos de avión que vive en Núñez y usa nicknames de guerra en perfiles de putos. Si salgo al mundo real, existo…
SEBASTIAN: ¡No me agredas Agustín!, yo no te agredo… ¡Dale! Hagamos las paces, ¡vayamos a la casa de Rubiofuego, dale! Se van a caer súper bien…
AGUSTIN: ¡No, ahora jodete! Yo te dije que quería conocerlo, y vos me dijiste que no porque te iba a hacer quedar como un oligofrénico, decile a tu abuela ahora si te acompaña…
SEBASTIAN: Dale, Agustín, es que siempre me hacés quedar mal, pero yo sí quiero que vengas.
(pausa, Agustín crea intriga)
AGUSTIN: ¿Querés que vaya o no, ponete de acuerdo?
SEBASTIAN: Quiero que vengas, pero que no me hagas quedar como un retardado.
AGUSTIN: Eso va a depender de vos…
SEBASTIAN: Bueno, no voy a dar la nota, ¡te lo prometo! ¿Vas a venir?
AGUSTIN: Hay que ver…
SEBASTIAN: ¿Qué hay que ver?
AGUSTIN: ¡No jodas, Sebastián!
SEBASTIAN: Dale, Gustl, no seas así conmigo, ¡vení a lo de Rubiofuego! ¡Por favor!
AGUSTIN: Veré…
SEBASTIAN: ¿Qué verás?
AGUSTIN: Veré si tengo ganas de ir…
SEBASTIAN: ¡Por favor, Gustl! ¡Vení, yo te lo pido!
AGUSTIN: Bueno, pero no me rompas las pelotas, si querés, arreglá…
SEBASTIAN: Pero necesito que me confirmes, para decirle.
AGUSTIN: ¡Sos insoportable!, mirá, si querés arreglá con Rubiofuego para ir a su casa, mañana por el momento puedo, vamos después de almorzar, te paso a buscar con el auto, compramos algo de alcohol…
SEBASTIAN: Pero yo no tomo alcohol…
AGUSTIN: Llevemos Amarula…
SEBASTIAN: ¿Amarula para qué?, no da llevar bebida destilada a la casa de una persona que recién conocés.
AGUSTIN: ¡Ay Fleming, no entendés nada! Si le llevaras el apunte al mundo que te rodea además de mirarme a mí porque te gusto, sabrías que el alcohol es una buena forma de desinhibición que usamos las personas normales para relacionarnos. ¡Vamos a llevar una botella de Amarula, para ponerlo en pedo!
SEBASTIAN: ¿Y para qué querés poner en pedo al pobre Marcos?
AGUSTIN: ¡Vos no entendés nada!
SEBASTIAN: ¿Qué te traés entre manos von Reichenau?
AGUSTIN: Hace un par de años que ando con vos por las calles de Buenos Aires, explorando el mundillo homosexual…
SEBASTIAN: ¿En las calles? ¿Cuándo andás vos por las calles?
AGUSTIN: Lo digo en sentido figurado, sos más boludo… Lo que quiero ver es hasta dónde pueden llegar el puto…
SEBASTIAN: Decís el puto, como si vos fueses hetero…
AGUSTIN: Al menos no soy tan pusilánime y cagón como vos, tengo más autodeterminación, soy mucho más viril que vos... ¡Sebastián! Deberías estar agradecido por estar todo el tiempo con vos… ¿Quién más sale a comer con vos, va al cine con vos, está con vos en tu casa, con tus abuelas, tu madre, y tu mucama? Si no fuera por mí, estarías más solo que un hongo.
SEBASTIAN: ¿Osea que yo debería estarte agradecido de que no sientas vergüenza de mí?
AGUSTIN: Eso lo dijiste vos…
SEBASTIAN: ¡Sos mala gente, von Reichenau!
AGUSTIN: Ya te dije mil veces que soy malo, pero bueno, en eso se basan las relaciones humanas, en la conveniencia, yo estoy con vos porque me conviene, y saco un rédito, lo extremadamente obsecuente que sos conmigo. A cambio, vos también sacás un rédito de mí, que es que yo te haga compañía, y además podés mirarme y tenerme cerca todo lo que vos quieras.
SEBASTIAN: ¿Y para qué quiero yo gastar una fortuna para mirarte y tenerte cerca?
AGUSTIN: Sebastián, por favor, se nota a la legua que vos estás más caliente conmigo que el Coyote con el Correcaminos…
(pausa)
AGUSTIN: Es una forma de decir, Sebastián… Yo a vos te gusto, y mucho, y eso es evidente… Y a los dos nos conviene esta situación.
(pausa)
AGUSTIN: ¿Qué te pasa?
SEBASTIAN: No sé.
(pausa)
SEBASTIAN: ¿No estás enojado conmigo?
AGUSTIN: No.
SEBASTIAN: ¿Me querés?
AGUSTIN: No me rompas las pelotas.
SEBASTIAN: Pero yo sí te quiero.
AGUSTIN: Ya lo sé.
SEBASTIAN: ¿Me das un abrazo?
AGUSTIN: No te pongas cargoso Sebastián, me tengo que ir.
SEBASTIAN: ¿No te querés quedar hoy?
AGUSTIN: No, no, desde el viernes que no veo a mi vieja.
SEBASTIAN: Pero podés avisarle que estás acá.
AGUSTIN: No, prefiero irme. ¡Nos vemos mañana!
SEBASTIAN: Dale, Gustl, ¿no te querés quedar a comer? Casilda va a hacer pescado con espárragos.
AGUSTIN: No, gracias, quiero estar tranquilo en casa.
SEBASTIAN: Pero comés y te vas.
AGUSTIN: Nos vemos mañana, ¿Okay?
SEBASTIAN: Quedate sólo un ratito, hasta que esté la comida…
AGUSTIN: No, te dije, ¡caramba!
SEBASTIAN: Bueno, está bien, llamame mañana para arregar para ir a lo de Rubiofuego, (pausa) ¿Preferís que te llame yo?
AGUSTIN: ¡Dale! Pero no me llames antes de las diez.
SEBASTIAN: Oka, ¡Te quiero mucho.
AGUSTIN: Ciao, ¡Hasta mañana!
SEBASTIAN: Ciao, Gustl!
APAGON

No hay comentarios: