miércoles, 30 de marzo de 2011

Charlottenheim




AUGUSTO, muchacho de veinticinco años que vive con sus padres en el barrio de Agronomía.

EZEQUIEL, muchacho de veinticinco años, que se acaba de mudar con sus padres y su hermano a la casa de al lado de donde vive Augusto y su familia.

IVAN RITTER, muchacho de veinticinco años que está en pareja, amigo de Augusto, quien está secretamente enamorado de él, Ivan Ritter no aparece nunca, sólo se lo nombra.


Tarde de martes de carnaval en el cuarto de Augusto en la casa de sus padres en el barrio de Agronomía. Él y Ezequiel escuchan la Fantasía coral de Beethoven.



EZEQUIEL: Tengo hambre, pero no sé qué comer. (pausa) Hambre de nada…

AUGUSTO: mmm… Tomá leche…

EZEQUIEL: No.

AUGUSTO: mmm… Tomá té…

EZEQUIEL: No quiero tomar, quiero comer… Oh, crazy urges!

AUGUSTO: mmm… Comé Muesli, con leche...

EZEQUIEL: ¿Todo tiene leche en tu mundo?

AUGUSTO: No.

EZEQUIEL: Convengamos en retirar todo metasignificado de esa frase.

AUGUSTO: Los pajaritos y los peces no. Y los dinosaurios tampoco, pero ya no hay…

EZEQUIEL: ¿Tenías dinosaurios en tu mundo? ¿Vivos? (Augusto se rie) Che, leí lo que me mandaste el otro día. Hasta lo imprimí, para leerlo mejor.

AUGUSTO: Ya ni me acuerdo qué te mandé… ¿Qué era?

EZEQUIEL: Haroldo y Benedicto

AUGUSTO: Ah sí. Es terrorífico.

EZEQUIEL: Sí. (pausa) Un poco tajante, ¿no?

AUGUSTO: Nunca es triste la verdad.

EZEQUIEL: No sé, me gustaría verte explorar otros ámbitos... Ser menos autorreferencial. Aunque me hiciste volver a escuchar el Onegin… En esa exacta versión.

AUGUSTO: Si conocieras a mi amigo Ivan Ritter, comprenderías que hago referencias a él todo el tiempo ahí. (pausa) Aunque él nunca lee las cosas que yo escribo…

EZEQUIEL: El punto es que salvo vos y algunas otras personas, nadie entiende las referencias, que podrían ser buenas parodias.

AUGUSTO: Ah, ¿leíste las cuatro escenas?

EZEQUIEL: Sí, leí las cuatro... venían en un solo archivo.

AUGUSTO: Me encanta ser autorerreferencial, bah, me sale serlo, y no me jode, pero soy consciente de que eso es muy malo. No escribir en forma autorreferencial. Sino Harald y Benedicto.

EZEQUIEL: Lo que digo es que te centrás mucho en las mismas situaciones. Deberías ampliar tus horizontes.

AUGUSTO: También debería ir a la universidad, trabajar y casarme con una mujer.

EZEQUIEL: Debería no como imperativo sino como sugerencia.

AUGUSTO: Acepto que Harald y Benedicto es bullshit, pero no cuestiono mi individualidad.

EZEQUIEL: Yo no cuestiono tu individualidad

AUGUSTO: Con no cuestiono, quiero decir "non sofro opposizioni" como le dice Don Juan a Leporello. No obstante. Harald y Benedicto, osila entre la falta de substancia, anche de total interés, además de la ausencia total de argumento, y la generación de vergüenza ajena en la persona que lo lee, logrando un perfecto equilibrio entre el primer combo, y el segundo enunciado. (pausa) Sabés una cosa...

EZEQUIEL: No.

AUGUSTO: Ayer releí El Aleph... Y ahora mismo se me ocurre una analogía que creo feliz entre la relación de Borges, que vendrías a ser vos, y Carlos Argentino, que vendría a ser yo...

EZEQUIEL: ¡Jodeme!, no me compares con Borges…

AUGUSTO: No lo hago.

EZEQUIEL: Perfecto.

AUGUSTO: Comparo la relación del Borges de esa ficción con la nuestra.

EZEQUIEL: Bien.

AUGUSTO: Si otras fueran las circunstacias, me propondría seducirte, Ezequiel.

Ezequiel: ¿Y cuáles serían esas circunstancias? Ya que estamos…

AUGUSTO: Ambos somos adeptos al sadomasoquismo, no sigo por considerarlo innecesario. Sin embargo, para que hubiera intención de seducción en mí, y permiso de ser seducido en vos, debería haber mutua atracción, cosa que no hay.

EZEQUIEL: Yo no soy adepto al sadomasoquismo. No sé en qué punto dí a entender que lo fuera

AUGUSTO: Sos tan inteligente... Y pecás de excesivamente literal. No hablo de cueros y látigos, tesoro.

EZEQUIEL: Ni literal, ni mental, ni figuradamente... Soy muy neurótico, pero no es que me guste torturarme mentalmente. No disfruto.

AUGUSTO: ¿Quién dijo o dio a entender que te gusta torturar”te”?

EZEQUIEL: No se me ocurre otra alternativa a los cueros y látigos... Por favor, ilustrame "Sobre el sentido de mi sadomasoquismo" Eureka! Ahí tengo el título de mi autobiografía… ¿Verdad? (pausa) Era un chiste…

AUGUSTO: Tengo el impulso de contestar una pavada, que sería explicativa, pero que al mismo tiempo no sería comprendida por vos y además la censurarías.

EZEQUIEL: Yo no censuro

AUGUSTO: mmm.

EZEQUIEL: Por favor, decime la pavada, ¡Insisto!

AUGUSTO: ¿Viste algo de Los Simpsons?

EZEQUIEL: Sí.

AUGUSTO: Nunca te irás a la cama sin aprender algo nuevo... (pausa) Prosigo... Hay un capítulo, en el que a la Barbie de ellos, la jalan de un hilo en su espalda de plástico y dice muchas cosas que diría una del Bailando. Una de ellas es, "no me preguntes, sólo soy una chica". Bien, tuve el impulso de decir eso. Despachate y después te explico.

EZEQUIEL: Lo único que cuestionaría es que sos un chico, no una chica, pero nada más. Si no querés que te pregunte, no incubes la pregunta…

AUGUSTO: A ver, tesoro… (pausa) Yo siempre me humillo frente a vos, que si bien no me gustás físicamente, me seduce tu personalidad irónica y altanera... Así, siguiendo los enunciados del psicoanálisis elemental, mi actitud es la "femenina", que "se somete", y pide "ser casatigada", por "un macho", supuestamente "en superioridad de condiciones" las que sean… "castigador"...
Héte aquí el sadomasoquismo erótico, sin atracción sexual, ni física que hay en nuestra relación.

EZEQUIEL: Creo que tenés un concepto bastante errado de la humillación. Yo nunca sentí que te humillaras y, ciertamente, no considero las ironías como castigo.

AUGUSTO: Ahora vos tomás la posta “femenina”, con tu literalidad a ultranza.

EZEQUIEL: No es una cuestión de literalidad...

AUGUSTO: Me excuso, soy una víctima del psicoanálisis... En realidad no estoy arrepentido de nada, pero bueno, me justifico, es más lindo empezar una frase con "me excuso" que con "me justifico".

EZEQUIEL: No hace falta que te excuses ni que te justifiques.

AUGUSTO: A veces, unas cuantas, hasta yo mismo me doy un poco de asco... Y una cosa que me jode bastante, es que en esta conversación, pareciera que yo estoy intentando defender el Harald y Benedicto, y creo que no es mi intención hacerlo, porque creo estar convencido de que es una mierda.

EZEQUIEL: Yo no siento que estés tratando de defenderlo. Partimos de la base de que no te gustaba
Luego, yo comenté qué era lo que me parecía o gustaría que hicieras. Es un intercambio de opiniones. A ver, hasta cierto punto uno siempre intenta defender lo que produce, aunque no esté convencido.

AUGUSTO: Esa sugerencia la desestimo.

EZEQUIEL: Está bien, yo sugiero, vos hacés lo que quieras. No veo el problema… (pausa) Ese quieras debía ser un querés.

AUGUSTO: Uno escribe lo que le es afín, lo que mejor sabe hacer, a mí me encanta Fontanarrosa, pero nunca podría escribir como él, por mis circunstancias. Mis circusntancias en lo que se refiere a todo, me hacen ser más potencialmente similar a Pinti o a Urdapilleta... (pausa) No creo necesario explicar que no tengo mentalidad norteamericana.

EZEQUIEL: No, no es necesario.

AUGUSTO: Aunque me duela admitirlo, creo que tengo bastante poca alemana, por no decir que tirando a nada, me parece temerario decir rotundamente nada. (pausa) Sin embargo, puedo ilustrar un poco de "res germánica".

EZEQUIEL: No quiero tirarte abajo, pero sos un fiel exponente de tu país. Tesoro…

AUGUSTO: Lo sé. Una de mis pocas virtudes es la autocrítica, al menos un poco...

EZEQUIEL: No creo que eso sea criticable (se ríe).

AUGUSTO: ¿Qué decir? (pausa) Daría mi entrada para ver Khovanschina por que Ivan Ritter presenciara esta conversación… (pausa) Soy un pésimo cristiano, pagaría por no ver como destrosan a Mussorgski esos hijos de puta…

EZEQUIEL: ¿Cómo así?

AUGUSTO: Es un tema muy Wertheriano, el mío con Ivan Ritter digo, o al menos me gusta hacerme el pelotudo con ese pobre Roman, vuelvo a lo anterior ahora. (Pausa) Fanfarroneando un poquito, hace unas semanas anduve por la selva de Turingia, y leía sobre la verdadera Charlotte, en el ICE, que es el AVE alemán, digo esto y me siento mucho peor por estar acá que por ser fanfarrón, creo que a vos te pasaría lo mismo...

EZEQUIEL: No, a mí me gusta estar y vivir en Argentina. No me pone mal. Aunque sí es un contraste muy grande.

AUGUSTO: A mí tampoco, pero allá fui tan feliz...

EZEQUIEL: Ya, pero acá también, por lo menos en mi caso…

AUGUSTO: Yo acá tengo que inventar mi felicidad. Allá creo que también, pero era más fácil.

EZEQUIEL: Qué se yo... yo sí creo que el concepto de felicidad es inventado.

AUGUSTO: Igual, no es una cuestión Goetheana...

EZEQUIEL: ¿Y? (se ríe)

AUGUSTO: Es una cuestión de la escencia del concepto general de tipo wagneriano, "padre guía-madre que me da amparo-mancebo que me da placer y alegría, y culpa que intento olvidar, pero no puedo, ergo idea reiterativa que tiende al destino trágico". (pausa) ¡Definitivamente, es goetheano! Y también confieso que me gustaría que él presenciara esta disertación mía para que se admire por mi aparente cultura… (pausa) ¡Absolutamente al pedo! Porque lo que quiero es nada. Si fuera inteligente, pensaría en otras cosas y/o personas… Pero hay muy poca gente inteligente en el mundo, y yo no estoy entre esa gente.

EZEQUIEL: Sí estás. El problema es que la cultura no sirve para impresionar.

AUGUSTO: Mierda, ¡sos Wilhelm!

EZEQUIEL: A esta altura, soy lo que quieras (sonríe)

AUGUSTO: Sirva para impresionar o no, yo no quiero seducir a Ivan Ritter, ¡no debo hacerlo!, ni quiero, y es verdad, por lo que todo esto es más estéril que llevar a un chico de 2 años al museo del Prado. (pausa, con desdén) Al fin y al cabo, con tu consentimiento, podría inspirarme en esta conversación para escribir una escena, mis conversaciones con vos, son potenciales obras maestras del género discursivo. (pausa, con resignación) Si hubiera atracción mutua, no dudaría en hacer lo imposible por hacer de vos mi marido. (silencio, con ensoñación) Ahora mismo estoy escuchando mentalmente a la Visknevskaya dándole el sermón introductorio de la escena final del Onegin a Evgeni… Sabés una cosa...

EZEQUIEL: Nuevamente, no, ergo, dime

AUGUSTO: Siento que con vos sólo me falta maullar, ¡Dios, soy de última!

EZEQUIEL: ¿Maullar?

AUGUSTO: Interpretalo como puedas.

EZEQUIEL: Me temo que tu percepción de nuestras conversaciones me excede… (pausa) Che, está terminando la Fantasía coral de Beethoven. Así que tengo que honrar mi acuerdo verbal con mi hermano y ayudarlo con algo de la facultad…

AUGUSTO: Está muy bien, Eze, vaya a ayudar a su hermano, yo me voy a comer fideos con pesto a mi casa osea del otro lado de la medianera…Y que Dios se apiade de mi alma...

EZEQUIEL: ¡Un abrazo, tesoro!

AUGUSTO: Baci, ci vediam!

APAGON.

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