miércoles, 18 de junio de 2008

Esta vez Bruckner me inspiró...


Siento que tengo que escribir… y no tengo inspiración, la inspiración no viene a mí, leí bastante en las últimas dos semanas; escuché mucha música que estimula, el país está que arde; hay temas de sobra para escribir, pero yo estoy abúlico. Qué quiero? Qué es esto; un diario íntimo; es un espacio dedicado a la literatura? Pues no lo sé… Mejor no escribir nada, a escribir sinsentidos… o no? Qué grande es mi ansia! Ansia de qué? De gloria… gloria? Reconocimiento? En este mundo tenemos que ser cuando menos elocuentes, a mí no me falta mi cuota de elocuencia; tengo una modesta, pero satisfactoria cultura general… Mis peripecias pasadas me redimen? Evidentemente no, pero al menos me excusan… Qué es lo que anhelo? Lo sabe Dios? Desde luego! El inmortal lo sabe todo… tan inconmensurable es su sapiencia… Yo quiero vivir las dichas que me han sido ajenas en estos veinticuatro años de vida quasi monacal… Como otras veces he dicho; esta vez digo y me excuso si peco de mediocre conformismo: Dios dirá…

P.D.: Esto está muy lejos de ser genial; qué digo está muy lejos de tener el menor mérito; pero yo quería escribir…


Benedicto, Buenos Aires, 18 de junio de 2008.

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