jueves, 7 de junio de 2007

Divague


Cuando publicamos algo, aunque sea algo tan insigificante como una actualización del blog; buscamos de tal o cual modo, un trabajo "de calidad"; con esto me refiero a un trabajo que llegue positivamente a los demás, que sea original, inspirado, académico y por sobre todas las cosas, que sea "políticamente correcto". Muchos dirán; esta actualización es un divague y el que escribe "El príncipe de Posen" se volvió completamente loco, si no es que lo piensan ya. Bien; yo tengo un blog, y me siento obligado a publicar algo una vez cada tanto; bien reza el dicho "que las palabras que se vayan a pronunciar, valgan más que el silencio que van a romper"; en este caso podría ser "que los caracteres que se vana escribir, valgan más que los que podrían quedar vacíos en el cyberespacio"; pero no es una premisa que goce de mi máxima estima, si bien es cierto que publicar por publicar, cuando no hay inspiración, puede tener consecuencias bastante patéticas.
Ahora bien, se me acusó de superficial, monotemático, delirante, divagante, obesionado con el sexo y la homosexualidad, no académico, hedonista, relajado, vulgar, reiterativo y políticamente incorrecto; estas acusaciones la habrán pensado y expresado más de uno y también se me ocurrieron a mí; que vivo todo esto, no sin cierta dosis de culpa; no obstante, quiero remarcar que en mi opinión, mis mejores publicaciones, no fueron las más "polite"; sino las que mostraban los aspectos más chabacanos y vulgares del príncipe de Posen y su entorno; son en parte un deseo de ser como ellos, de ser yo el príncipe de Posen; claro está que escandalizará a mucha Doña Rosa y a mucho joven pacato, sea cual fuere su orientacióon sexual, diciendo; "¿qué necesidad hay de ser tan grosero?". La idea del príncipe de Posen es una sumatoria de fantasías que se remontan a mi adolescencia y se ven en sus "páginas" muchos personajes, desde el divertido Sebastian von Schloss y su amigo Augustin von Reichenau, sus amigos de la infancia, que son en verdad muy distintos a la pacatería con la que fueron presentados en "Sassa", como jóvenes que expiaban sus vicios mediante miles de virtudes. O el melancólico Tomás Reining; y hay en mí mucho de eso. Yo estoy desorientado; tengo mi vida sin resolver y tengo para resumir "muchos vicios"; pero intento redimirme mediante un mundo, el artístico, el de la ópera, que me da "una pequeña esperanza". A veces me gasto todo lo que tengo en óoperas o recorro toda la ciudad o varias ciudades y países en búsqueda de un disco o un DVD; pero eso dice algo...
Creo que ya no tengo que seguir escribiendo por hoy; esto no tiene forma ni es académico; pero cumple su función.


Friedrich Sebastian Wilhelm von Schloss-Hohenzollern; gran duque de Luxemburgo y de Lituania, duque de Sajonia-Meissen y de Varsovia, príncipe de Posnania y príncipe elector de Sajonia.

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