sábado, 23 de febrero de 2008

Lo que se espera de los chicos de cierta condición


-Agustín...
-Si?
-Desistí del proyecto de las canciones de cabaret, es una pelotudez...
-Me parece bien... Pero qué vas a hacer este año?
-No sé, a lo mejor estudie canto con mi mamá; o puesta en escena, también quiero leer... Gustl, Gustl... Siento que sos la única persona que me entiende; mi madre vive en su mundo, y el resto del mundo cree que debería estar en la universidad...
-Y vos crees que yo no debo estar en la universidad...
-Efectivamente! Sos creativo, tenés vuelo y mucha cultura; no te hace falta adoctrinarte y estudiar algo tan tedioso, aburrido e inútil como Letras...
-Es lo que se espera de un chico de mi condición...
-Tantas cosas se esperan de chicos de nuestra condicióon, si vamos a hacerle caso a todas...
-Hiciste una mala compra...
-Sí, las canciones de cabaret no son lo mío; quiero los DVD's de Brahms por Bernstein, los conciertos para piano de Mozart, Beethoven y Brahms por Pollini; el documental ese de la Callas y el recital de Victoria de los Angeles, ah, y las sinfonías 2 y 3 de Brahms por Bruno Walter...
-Yo te los regalo...
-No nene!
-Sí, dale!
-Pago yo con la tarjeta de crédito...
-Ya veremos...
-la pindonga, vamos! y cuando voolvemos comemos albóndigas con salsa blanca, ahora le digo a Casilda que las prepare...
-Excelente, así recuperás los kilos que perdiste caminando...


Augustin von Reichenau, Buenoos Aires, 23 de febrero de 2008.

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