domingo, 5 de abril de 2009

El concierto de la Filarmónica


Sala de conciertos e la Filarmónica de Berlín, el maestro Christian Thielemann, dirigirá las oberturas “Hebridas” de Mendelssohn y “Corsario” de Berlioz. Luego del intervalo, en la segunda parte del concierto, dirigirá la Sinfonía “Fantástica” de Berlioz. Tomás Reining, Wilhelm Fassbaender y Benedicto, ocupan sus lugares que han conseguido a 10 euros. Luego de la primera parte del concierto, entre aplausos y vítores, los tres van a al hall, donde toman un refrigerio.

Tomás: Me gustó el estilo cuidado y “karajaniano” de cómo dirigió Mendelssohn, Berlioz parece no ser lo más suyo, veremos qué tal hace la Fantástica… (entre la gente divisa a alguien conocido) Ben (sobresaltado) ¿Ves aquél chico de allá?

Benedicto: Sí, ¿Qué tiene?

Tomás: Es Sebastián Fagoaga Larreta, el chico de Belgrano del que te hablé la otra noche en casa, nunca imaginé encontrármelo acá… ¡Vení que te lo presento!

Benedicto: ¡Ni se te ocurra! Ya te dije rotundamente que no…

Tomás: Yo lo voy a saludar…

Benedicto: ¿Estás loco? Ni lo conocés…

Tomás: ¡Dale! ¡No seas idiota! (Tomás se acerca al joven que está junto a dos chicas y le habla en alemán) “Disculpame ¿Hablás español?”

Sebastián: Sí, ¿Nos conocemos?

Tomás: Indirectamente, soy argentino, me llamo Tomás Reining, en Argentina vivía en Martínez, antes vivía en Olivos. Mis primos Santiago e Ignacio Feliú Resúa, jugaban con vos en el CASI, también te conocen amigos y ex compañeros míos, Tomás Lassini, Mariano Agosti, Gonzalo von Carolsfeld, conozco a tu padre, Gonzalo, y a tu madre Amalia. Mi tío, Willie Rossi, fue compañero de tu padre, y mi tía, Pilar Feliú Resúa, fue compañera de tu madre…

Sebastián: ¡Sí, los conozco a todos! ¡Qué loco! No sé cómo me reconociste, pero me alegra haber encontrado alguien conocido, acá, tan lejos de nuestra tierra…

Tomás: Te tengo en el Facebook, después buscame, mi nombre es Tomás Reining…

Sebastián: Ok, te voy a buscar…

Tomás: Aquél chico que está allá es mi amigo Benedicto, él es de Belgrano y vino a pasar un tiempo a Berlín conmigo y mi amigo con el que estoy viviendo, no lo encuentro ahora…

Sebastián: Ah, buenísimo, (señalando a las chicas) Ellas son mis amigas: Jimena, de Corrientes, y Paula, de Brasil. (Tomás Reining las saluda),

Tomás: Vengan a saludar a mi amigo (caminan hasta donde está Benedicto, que permanece reacio) Tomás, él es mi amigo Benedicto, Ben, él es Tomás, amigo de la familia.

Sebastián: ¡Un gusto, Benedicto!

Benedicto: (incómodo) El gusto es mío…

Tomás: (A Sebastián) ¿Y te gusta la música clásica?

Sebastián: Escucho de todo, pero vinimos por Jimena, que es violinista…

Tomás: ¿Y qué les está pareciendo el concierto en general?

Jimena: Estuvo muy buena la primera parte, ahora viene el plato fuerte…

Tomás: Lo mismo digo, ¿No Ben?

Benedicto: Ajá.

Sebastián: ¿Y dónde están ustedes acá en Berlín?

Tomás: Mi pareja y yo, tenemos una casita en Wannsee.

Sebastián: Ah, estás viviendo acá, yo estoy en un albergue cerca de Tiergarten. Me gustaría quedarme por acá, no sé si exactamente en Alemania, a lo mejor Francia o España…

Tomás: Euskadi o Navarra…

Sebastián: ¿Cómo sabés?

Tomás: ¡Por Dios! Tu padre es fanático nacionalista vasco…

Sebastián: Veo que lo conocés bien…

Tomás: ¡Es un genio don Gonzalo!

Sebastián: ¿De dónde lo conocés?

Tomás: (baja la voz) del grupo de Irmgard Bergner…

Sebastián: Ah, vos… (Tomás asiente con la cabeza) Y él (señalando con la cabeza a Benedicto, Tomás hace un gesto afirmativo)… Bueno, tu nombre era…

Tomás: Tomás, Tomás Reining…

Sebastián: Bueno, te dejo mi dirección de Email, arreglemos para encontrarnos en algún momento…

Tomás: ¡Dale! Sería una idea excelente…

Sebastián: Bueno, ¡Suerte che!, nos estamos viendo, ¡Suerte Benedicto! (todos se saludan y se separan en el camino de regreso a las butacas)

Benedicto: No me interesa hacer amistad con este pibe…

Tomás: ¿Pero no te pareció copadísimo?

Benedicto: Pero no lo conozco, y vos tampoco lo conocés.

(Llegan a sus butacas, se sientan junto a Wilhelm)

Tomás: Tenés que arriesgar Ben, ¿Vas a quedarte toda tu vida en Buenos Aires haciendo nada? Hay que dar el gran salto, cuesta, a mí me costó años, Vos podés hacerlo, en mi caso era el fantasma de mi madre muerta, en tu caso, es la imagen omnipresente de tu madre viva ¡Vos tenés que venirte a Europa Ben!

Benedicto: No es tan fácil Tomás, ya es un gran logro que me haya animado a tomar un avión y venir hasta acá… Voy de a poco…

Tomás: Pero se nos pasa la vida y no hacemos nada Benedicto, vos tenés mucho potencial ¿Qué hacés anulado allá? Yo te quiero ver feliz, haciendo lo que te gusta, y con una persona que te quiera…

(Se anuncia en alemán y en inglés, que va a empezar la Fantástica, aparecen los músicos, el director, la gente aplaude y empieza la sinfonía que dura alrededor de una hora, al acabar los tres jóvenes salen de la sala de concierto comentando la obra, hasta que vuelven a cruzarse con Sebastián Fagoaga Larreta y sus amigas, se saludan cordialmente, Wilhelm y Tomás Reining, se dirigen a la esquina, Benedicto se queda unos pasos atrás)

Benedicto: (a Sebastián) ¡Ey! ¿Tu nombre era?

Sebastián: Sebastián, el tuyo Benedicto, ¿No?

Benedicto: Sí, te acordaste de una…

Sebastián: Es un nombre difícil de olvidar

(pequeña pausa)

Benedicto: Te paso mi celular y mi Mail.

Sebastián: ¡Dale! Yo te paso el mío…

Benedicto: ¿Te gusta la paella?

Sebastián: Sí, ¡Me encanta!

Benedicto: Yo la hago muy rica, arreglamos, y una noche te venís a comer a la casa de Tomi en Wannsee ¿Te gustaría?

Sebastián: Sí, buenísimo…

Benedicto: Bueno che, me voy que mis amigos se van a ir y me voy a quedar solo…

Sebastián: Dale, nos estamos viendo: ¡Buena suerte!

(Se saludan con un beso en la mejilla, y Benedicto camina hacia la esquina con paso acelerado y sonriente)


Manuel Lamas, 5 de abril de 2009

La escena del retrato


Una noche de primavera en la cocina de la casa de Tomás Reining y Wilhelm Fassbaender en Wannsee, Wilhelm está durmiendo y Benedicto y Tomás están hablando en castellano mientras toman café y escuchan Tristán e Isolda dirigido por Fritz Reiner con Kirsten Flagstad y Lauritz Melchior…

Tomás: (sirviendo el café en dos tazas y agregandole leche, crema y canela) No creo que ningún kelper, que tiene el 96% de las necesidades básicas cubiertas, y bastante más, le interese ser ciudadanos de un país con instituciones y una clase política como la nuestra, y que además, culturalmente, sólo la liga que somos occidente y tenemos una supuesta mayoría de blancos.

Benedicto: ¿Y eso qué importa? los kelpers son sólo 2000 personas o sea, que ocuparían un par de manzanas en departamentos de Londres ellos no son un pueblo no tienen derecho a la autodeterminación.

Tomás: ¿Imaginás a un millón de correntinos, santiagueños, chaqueños, formoseños, salteños, jujeños, catamarqueños, riojanos y tucumanos ahí?

Benedicto: ¿Y cual sería el drama con eso?

Tomás: Imaginate 50 años del archipiélago con esa composición étnica...

Benedicto: Ademas... En Tierra del Fuego hay solo 60.000 habitantes, y la mayoria son provincianos, y son muy civilizados y estan llenos de guita.

Tomás: Yo estuve en Tierra del Fuego, y es verdad que tienen el nivel de vida más alto de la república, y hay mucha gente del NOA, del NEA y de Chile, pero no son ellos quienes le dan el alto nivel de vida a Tierra del Fuego.

Benedicto: Bueno lo mismo puede pasar en las Malvinas.

Tomás: Pero los que hicieron que Tierra del Fuego sea una Gales austral, fueron los ingleses, holandeses y franceses, junto con familias tradicionales criollas de origen castellano-vasco.

Benedicto: No se si es tan cierto de todos modos ¿Por que las islas, que son argentinas, deberían ser algo diferente del resto del país?

Tomás: Sería excelente que tuviésemos soberanía reconocida internacionalmente sobre las islas. Pero la guerra no es la manera, y menos aún contra la OTAN.

Benedicto: eso es lo que dije

Tomás: Ya lo sé. La guerra del 82, sólo embarró el terreno, y logró que todo aquél que reclame la soberanía por la vía diplomática, sea tildado de fascista. Me retracto. No sólo embarró el terreno Eso es lo menos malo que logró. El costo más alto fue la muerte de tantos jóvenes.

Benedicto: ajá

Tomás: (Cambiando de tema) Ben, tengo algo para mostrarte, muestra en su notebook la foto de un chico rubio de pelo lacio y ojos azules, muy guapo, con una hermosa sonrisa que deja ver una dentadura perfecta (pausa) ¿Comés?

Benedicto: ¿Quién es?

Tomás: Hijo de padre de grupo de alemana de buen pasar...

Benedicto: ¿Hijo de quién, edad, de dónde?

Tomás: Hijo de don Gonzalo María Fagoaga y doña Amalia Larreta de Fagoaga, 27 años, Belgrano, ex rugbier CASI, está viviendo en Berlín, haciendo una pasantía de Economía Internacional en la Universidad de Kladow...

Benedicto: Muy bien llevados los 27 años, parece de menos. Pero se me hace que es Una marica perdida…

Tomás: ¿Y eso por qué?

Benedicto: Porque parece que se pasa la planchita, y eso sólo lo haría una mujer, o una maricona empedernida y perdida, reconozco que puedo errar (pausa) ¿cómo se llama?

Tomás: Sebastián Fagoaga Larreta

Benedicto: ¿Lo conocés en persona?

Tomás: No. Pero nuestras familias se conocen por varios lados. Y varios ex compañeros míos lo conocen. Me han dicho que es muy devoto y es fácil verlo en Misa.

Benedicto: ¿Es gay?

Tomás: Naturalmente...

Benedicto: ¿Tiene novio?

Tomás: Tenía.

Benedicto: ¿Está en el placard o fuera?

Tomás: Si el padre va al grupo de Irmgard...

Benedicto: ¿Qué importa eso? ¿Acaso no van muchos que cuentan de lo difícil que es que sus hijos no se acepten a si mismos?

Tomás: No es el caso de don Sebastián Es tan gay como euskera: 50% del País Vasco Español y 50% de la Navarra Francesa...que por si todo lo que te conté fuera poco, debe su nombre al Santo Mártir que le da nombre a la ciudad de origen de la ilustrísima familia de su padre... Benedicto... yo logré superar mis fantasmas, me vine a vivior a Alemania y soy feliz en la medida de mis posibilidades con Wilhalm... Un boccato di cardenale así se encuentra una vez por lustro con suerte... Te lo estoy regalando con moño...

Benedicto: ¿Quién? no te comprendo.

Tomás: Benedicto; Gay, ex rugbier, rubio, de ojos azules, ABC1, católico practicante, 100% vasco, y su nombre lo debe al Santo Patrono de una ilustre familia de Donostia... Que por si eso fuera poco, es el santo más sexy de todos…

Benedicto: ¿Y con eso qué?

Tomás: ¿Preferís un negro de Paraguaybaires?

Benedicto: A ver… Ya reconocí las cualidades del pibe ¿No estás conforme? Te dije que es lindo y tiene muy bien llevados sus 27 años, al parecer de menos

Tomás: Don Ottavio siempre ponderó las virtudes viriles de los inmigrantes de Euskadi, que había muchos en su época... (Benedico se ríe)

Tomás: Además... Mirá esa sonrisa, ese "Joie de vivre", una foto lo transmite, ves la foto y te dice "soy un pendejo re copado y la vamos a pasar bárbaro" Por otro lado, ya es hora de que sientes cabeza, vos bien sabrás que hay un proverbio que dice que sólo Dios tiene derecho a la soledad...

Benedicto: No entiendo a qué vas que tiene que ver ese pibe conmigo y mi soledad.

Tomás: Sos un buen pibe. Completamente loco de remate, pero cultísimo, copado y buena persona. Me gustaría mucho verte feliz en pareja con un chico que te merezca. Y Sebastián Fagoaga Larreta, me parece el candidato ideal. Por otro lado, tenés que dejar la Argentina y tu vida allá atrás, despegar, vos tenés mucho potencial, Benedicto...

Benedicto: (Se ríe estrepitosamente) Loas sean dadas a tus cometarios y tus buenas intenciones pero ese pibe y yo no nos conocemos, así que eso que decís esta bien lejos de ser posible.

Tomás: Bueno, si me avisás, empiezo a mover influencias... Pero tenés que apurarte... Comprenderás que hay muchísima demanda.

Benedicto: Bueno, un "premio mayor" tan grande sólo es merecido para quien lo vaya a buscar y ponga su empeño en tal empresa. Y nada más alejado de mi modo de hacer las cosas. Por otra parte, cuando decías "te lo estoy regalando",ahora comprendo, delirabas: porque no podés regalar lo que antes no sea tuyo…

Tomás: No me subestimes Benedicto, detrás de mi complicadísima personalidad y la historia sin fin de los fantasmas de mi madre, se esconde alguien más inteligente de lo que crees...

Bendicto: Tomás... sabés que no te subestimo. Pero si el pibe no es tuyo, no podés regalarlo…

Tomás: Le regalé Sebastián Dessaix a dos...

Benedicto: ¿Cómo es eso?

Tomás: Imaginate si no puedo regalarte un Sebastián a vos...

Benedicto: Claro, a Rubiofuego...

Tomás: Y a Rodrigo Martínez Alzaga… Al único Sebastián que no regalo es a mi gato.

Benedicto: (Se ríe) Vos venís a ser como esas duquesas gordinflonas y podridas en guita, parientas de media Europa y miembro (aunque tal vez remoto) de casi todas las casas reales. Que eran las encargadas de armar los matrimonios arreglados de toda la prole de los reyes… (pausa) Las que se juntaban entre ellas a tomar en té y decían: "a Maria Antoinette de Habsburgo-Lorena, por su personalidad, alcurnia, estilo, carácter, ademas de conveniencias políticas, la podemos casar con Monsegnieur Le Dauphin, dom Louis August de Bourbon-Orléans et Saxónie…

Tomás: Pero yo no doy Sofías Federicas, ni Sofías Doroteas, ni Estanislaos Augustos de
Hannover o Sajonia ochenta mil, yo doy Sebastianes de Donostia, de la Navarra Francesa,
del cantón francés, del cantón alemán, de Irlanda, de Toscana, de Abruzzo y del Volga...

Benedicto: Ajá, la idea era la comparación. Nuevamente agradezco tus pensamientos, pero seguro le encontrarán más utilidad alguno de tus otros amigos, más interesados en noviar, que este humilde servidor, y hasta tal vez más dignos de tales distinciones. (cambiando de tema) Te recomiendo un libro que estoy leyendo que es magnífico por donde se lo mire: "La Rebelión de las Masas" de José Ortega y Gasset.

(Tomás Reining mirá a Benedicto de soslayo, hace rato que terminaron el café, el primer acto del Tristán está llegando a su fin)


Manuel Lamas, Buenos Aires, 5 de abril de 2009